Mucho más que el
Consolador
Ángel Manuel Rodríguez
Ex Director del Biblical Research Institute
¿Por
qué el Evangelio de Juan expresa que el Espíritu es el «Consolador»?
El término griego parakletos, que algunas
versiones de la Biblia traducen como «Consolador», no posee equivalente exacto
en español. En la antigua Grecia, se usaba para referirse a una persona que
asistía a otra, o que actuaba en nombre de otra como consejero, intercesor,
mediador, ayudante o defensor ante la corte judicial. Cuando Jesús aplica ese
término al Espíritu Santo, revela su naturaleza y una de sus funciones. Desde
entonces, el término es usado exclusivamente en los escritos de Juan. A
continuación analizaremos esos pasajes.
1. Jesús y el Consolador: En Juan, así como
en el resto del Nuevo Testamento, Jesús y el Espíritu se encuentran en estrecha
conexión. Pero no son la misma persona. En Juan, Jesús identifica al parakletos
con el Espíritu (16:15), el Espíritu Santo (14:26) y el Espíritu de verdad
(14:17; 15:26; 16:13). En otras palabras, usó un nuevo término para referirse
al Espíritu Santo. Cuando Jesús dice «otro Consolador» (14:16; 1 Juan 2:1),
implicando que él también cumple esa función, establece una clara distinción
entre él y el Espíritu. La diferencia entre los dos se ve acentuada por el
hecho de que el Espíritu (parakletos) será enviado por el Padre a pedido del
Hijo (14:16, 26). Por último, se percibe la diferencia entre los dos en el
hecho que la venida del Espíritu se producirá después de que Jesús regrese al
Padre (16:7). El Espíritu (parakletos) estará con su pueblo para siempre
(14:16). A diferencia de Jesús, el Espíritu no regresaría al Padre mientras el
pueblo de Dios estuviese en el mundo, sino que tomaría el lugar de Jesús en
esta tierra.
2. Funciones del Consolador: Al Espíritu
(parakletos) se le asignan tres funciones. La de enseñar: «Él os enseñará todas
las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho» (14:26). El Espíritu
edificará la iglesia sobre la base de las enseñanzas de Cristo al recordar esas
enseñanzas a los discípulos y revelar la profundidad de significado que tienen.
También revelará a los discípulos el contenido escatológico del mensaje de
Cristo (16:13). Solo en ese sentido el Espíritu los «guiará a toda la verdad»
(16:13).
En segundo lugar y, en estrecha relación
con lo anterior, el Espíritu glorificará a Jesús, quien es glorificado cuando
el Espíritu toma lo que pertenece a Cristo y nos lo revela (16:14). No se
glorifica a sí mismo al darnos cosas nuevas, sino al recordarnos que todo lo
que recibimos proviene de Cristo.
En tercer lugar, la función del Espíritu es
testificar contra el mundo en nombre de Cristo y de su pueblo. La venida del
Espíritu da testimonio de que los creyentes pertenecen a Dios, lo que enfatiza
la distinción entre ellos y el mundo. Junto con los creyentes, el Espíritu
también testifica en nombre de Cristo al llamar a los seres humanos para que
vayan a Jesús (15:25, 26). Su testimonio contra el mundo responde al rechazo
hacia Jesús, al pecado que lo caracteriza y al juicio de Dios contra el mal
(16:8-11).
3. La naturaleza del Espíritu: Al llamar al
Espíritu «otro Consolador», Jesús ha establecido una vez y para siempre que el
Espíritu es una persona como él. Aunque el término griego «espíritu» (pneuma)
es neutro, el sustantivo «Consolador» es masculino y personal. El Espíritu no
es un ente, sino un ser divino y personal. Jesús se refiere a esa divinidad
cuando dice que el Espíritu «procede del Padre» (véase 15:26). El término
«proceder de» (ekperuomai) señala el lugar de origen del Espíritu. Su lugar
natural de existencia se encuentra dentro del misterio de la Trinidad, y es
Dios quien lo envía. Al identificar el Espíritu como un parakletos, Jesús nos ha
brindado una manera de pensar en el Espíritu como persona.
Podemos visualizarlo como Consolador, como
alguien que nos ayuda en tiempo de necesidad, que nos acompaña en nuestro
peregrinaje, y nos sostiene, transforma y revela lo que pertenece a Cristo. El Espíritu
habla por nosotros y para nosotros; él es el parakletos.
Copyright © Biblical Research Institute General
Conference of Seventh-day Adventists®
Fecha:
febrero, 2012
Fuente de publicación: https://www.adventistbiblicalresearch.org/es/materials/holy-spirit/mucho-m%C3%A1s-que-el-consolador
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