La siega de la tierra y la vendimia de ella
Merling
Alomía
Apocalipsis 14:14-20
Miré, y he aquí
una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que
tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Y del templo
salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete
tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra
está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y
la tierra fue segada. Salió otro ángel del templo que está en el cielo,
teniendo también una hoz aguda. Y salió del altar otro ángel, que tenía poder
sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu
hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.
Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las
uvas en el gran lagar de la ira de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la
ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil
seiscientos estadios.
Llegó el momento cuando la lucha celestial se trasladó a
la tierra donde fue confinado en cuarentena cósmica: “Y luchaban el dragón y
sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló lugar para ellos en el cielo. Y
fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y
Satanás, el cual engaña al mundo entero […]” (Ap 12:7-9). “Y Satanás […] fue
arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” (Ap 12:9).
Luego se detalla resumidamente la manera cómo la iglesia pudo subsistir a
la persecución del dragón mediante sus agentes que son presentados en el
siguiente capítulo.
Y se le dieron a
la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la
serpiente al desierto, a su lugar […] y la serpiente arrojó de su boca, tras la
mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río, pero la tierra
ayudó a la mujer, pues la tierra [...] tragó el río que el dragón había echado
de su boca […] (Ap 12:14-16).
El cuadro es preciso y concisamente detallado. Como
Satanás no pudo eliminar a Cristo ni a su iglesia, arremete contra los que
continuaron la fe de la iglesia de Cristo en los años de persecución. “Entonces
el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto
de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen
el testimonio de Jesucristo” (Ap 12:17).
Es decir, como Satanás no pudo vencer al Encarnado ni a
su Iglesia que Él fundó, dirigió su ira contra el remanente escatológico, la
descendencia de ella. La iglesia de Dios del tiempo del fin sufrirá el ataque predilecto
del dragón mediante la misma bestia que persiguió a la iglesia en el medioevo y
otra bestia que el diablo suscitará como imagen de la bestia medieval.
Apocalipsis 13
En el capítulo 13 se le revela a Juan lo que hizo Satanás
(el dragón) en la tierra con el pueblo de Dios y lo que volverá a hacer hacia
fines del tiempo del fin atacándolo con los poderes del papado y del
protestantismo apóstata.
Me paré sobre la
arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez
cuernos […] Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus patas como de
un oso, y una boca como de león. Vi una de sus cabezas como herida de muerte,
pero su herida mortal fue sanada; y toda la tierra se maravilló en pos de la
bestia. Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a
la bestia (Ap 13:1-4).
Así se enfatiza la manera como buscó con afán destruir la
verdad y el verdadero pueblo de Dios durante el medioevo. Es la misma visión
dada a Daniel en la secuencia de los imperios del capítulo 7 pero encarnadas en
un monstruo único. Se enfatiza el poder perverso, blasfemo, y perseguidor de la
iglesia pues las mismas características y período dominante, dadas a Daniel le
son presentados a Juan. No hay duda que la bestia presentada en forma combinada
es Roma en sus dos fases: la pagana y la papal. En realidad, hay un paralelismo
entre la bestia de Daniel 7 y Apocalipsis 13.
Daniel 7
■ Una boca que
hablaba grandes cosas y blasfemaba contra el Altísimo.
■ Persigue la
Iglesia del Altísimo.
■ Poder para
actuar por 1260 años.
Apocalipsis 13
■ Una boca que hablaba grandes cosas y blasfemias contra Dios.
■ Es perseguidora
de la Iglesia de Cristo.
■ Poder para
actuar por 42 meses.
El Apocalipsis nos señala que las fuerzas papales (Roma)
y protestantes (USA) se unirán para imponer la marca, nombre y número de la
bestia al mundo entero. La persecución religiosa se renovará y habrá un
terrorismo mundial imponiendo sus exigencias religiosas a todo el mundo. Pronto
las dos bestias hablarán juntas, como el dragón quiere que hablen, blasfema y autoritariamente.
Para esto habrá una “clonación” de la primera, pues la
segunda bestia se tornará en imagen de ella y su más ardiente defensora. Es
decir, la segunda bestia repetirá las acciones de la primera bestia y con el poder
del dragón dominará el mundo e impondrá la marca, el nombre y el número de la
bestia al mundo entero. Después de esta bestia, no habrá ningún otro poder que
persiga al pueblo de Dios porque de esto lo librará Miguel para siempre.
Así pues, Apocalipsis 13 presenta dos bestias simbólicas
apoyándose mutuamente para contradecir los propósitos de Dios. Los adventistas del
séptimo día han enseñado siempre que la primera bestia simboliza a la Roma
papal y la segunda simboliza al protestantismo de USA. En medio de este ataque
feroz resalta la fidelidad del remanente escatológico: “Aquí está la paciencia
de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Ap
14:12).
Tras esta secuencia en el desenvolvimiento de los
acontecimientos viene nuestro texto examinado. Y aparece para señalar los
destinos que corresponde y espera al remanente fiel y a las bestias
perseguidoras que actúan siempre bajo la dirección del dragón. Así, tras toda
esa secuencia anterior viene el texto en estudio revelándonos lo que Dios hace para
acabar con toda la rebelión cósmica arriba y abajo.
La Siega – Apocalipsis 14:14-16
1. El que siega es el Hijo del hombre, y el Hijo del
hombre es Jesús. Su descripción no es más la de Sacerdote o intercesor, sino de
Rey y Juez. Ya salió del santuario y está en camino a la tierra y viene como segador.
Para no equivocarse en la identificación viene con una hoz aguda, afilada. Que
todas sus acciones están programadas en el Santuario es evidente, pues el
Santuario es mencionado tres veces:
a. V. 15 – “Y del Santuario salió otro
ángel clamando a gran voz […]”
b. V. 17 – “Salió otro ángel del
Santuario”
c. V. 18 – “Salió del altar otro ángel […]”
Por fin Dios se levanta para erradicar “todo el mal que
el enemigo ha hecho en el Santuario” (Sal 74:3 úp). La descripción del Hijo del
hombre viniendo en las nubes del cielo es muy conocida.
a. Apocalipsis 1:7.
b. Eso mismo se le mostró a Daniel – Dan 7:13.
c. Pero Jesús mismo también mencionó la forma cómo volverá – Mat. 24:30;
Mar 13:26; Luc 21:27.
d. Pablo recalca esta descripción gloriosa del Hijo del hombre cuando
vuelva por segunda vez – 1 Tes 4:17.
“Entonces vi el
cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel
y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. . . Estaba vestido con una ropa
teñida en sangre, y su nombre era: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos
celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos
blancos” (Apocalipsis 19:11).
Así es descrito el ejército salvador que pasará por la
constelación del Orión. Es que el séquito angelical del Cordero viene rumbo a
la Tierra para rescatar a la iglesia fiel. Debe notarse que la orden de la
siega es dada precisa y justamente después de que el mensaje de los tres
ángeles (en especial el del tercero), ya han sido anunciados (Ap 14: 6-11a).
El mensaje proclamado es el último mensaje dado por la
iglesia, que es el remanente escatológico de Dios. Son tres mensajes claros y
definidos:
■ “Adoración al Creador, empezó su
juicio”.
■ “Ha caído Babilonia, salgan de ella”.
■ “Acepten el sello de Dios o la marca
de la bestia”.
Debe señalarse que en los vs. 12-13 de Apocalipsis 14
aparece y se describe al remanente destacando su carácter. Además enfatiza la
resurrección especial antes de la general de los redimidos. Ellos son
presentados de modo especial con la bienaventuranza de su descanso creyendo en el
Señor. Su paciencia, fe y obediencia serán inmensamente recompensadas al ser
resucitados para ver la certidumbre de su fe. La secuencia mostrada a Juan es
la misma secuencia y mensaje revelado a Daniel (Dan 12:1-2, 12-13):
a. A Daniel se le muestra la resurrección especial previa a la general de
los justos.
b. Se le muestra que en este grupo previo, unos van a vida eterna, en tanto
que otros van a confusión perpetua.
c. Los que van a confusión perpetua son los que juzgaron y crucificaron a
Jesús burlándose cruelmente de él.
También están en la escena los que persiguieron con
crueldad y saña a los discípulos de Cristo. En cambio, los que resucitan para
vida eterna son los que participan de la “bienaventurada esperanza” y han
esperado seguros al gran Dios y Salvador Jesucristo en el tiempo del fin (Tit
2:13).
“Los sepulcros se
abren y ‘muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,
unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua’ (Dan 12:2).
Todos los que murieron en la fe del tercer ángel, salen glorificados de la
tumba, para oír el pacto de paz que Dios hace a los que guardaron su ley. ‘Los
que le traspasaron’ (Apo 1:7), los que se mofaron y rieron de la agonía de
Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y su pueblo, son resucitados
para mirarle en su gloria y para ver el honor con que serán recompensados los
fieles y los obedientes” (CS 695).
“El remanente del
tiempo del fin y del tiempo de angustia es juntado primero como valioso grano
por el Segador, para ser llevado a su alfolí celestial. Las primicias hace
tiempo fueron recogidas por el mismo Señor cuando salió de la tumba derrotando
la muerte y el sepulcro. Ahora él regresa para recoger el precioso fruto de su
siembra milenaria y eterna. Él mismo sembró con llanto y lloró desesperado.
Ahora recoge su siega entera con alegría indecible. El remanente de los siglos
es juntado como grano valioso por el Segador para ser llevado al alfolí
celestial. Así los ángeles bajo las órdenes de su Arcángel Miguel recogen a los
escogidos de los cuatro vientos del cielo para llevarlos junto al Salvador que
los espera en las nubes. Luego se inicia el gran éxodo cósmico de siete días
viajando por el espacio con el Salvador rumbo al mar de vidrio en el Hogar
celestial” (PE, 16).
La Vendimia – Apocalipsis 14:17-20
El profeta sigue describiendo los sucesos que siguen a la
siega del Hijo del hombre.
a. Un ángel sale del Santuario con una misión expresa, pues tiene una hoz
aguda (Juicio).
b. Su misión es recalcada con la orden de otro ángel que también sale del
Santuario y que a su vez tiene el poder sobre el fuego destructor.
c. El fuego destructor sólo es parte de la descripción de la recompensa final
dada a los impíos.
La suerte final de éstos es dada después que los justos,
ya inmortales, están seguros y salvos en el reino, en la capital de éste, la
Nueva Jerusalén.
§ Los impíos perecen fuera de la ciudad.
§ Ellos beben de la copa de la ira de Dios.
El ángel sale del templo (del Santuario) donde están los
registros y dónde están determinados los castigos. El otro ángel tiene el poder
del fuego. El fuego es terrible y destructivo.
§ Esto apunta al hecho de que el fuego destruirá a los impíos y a Satanás y
sus demonios.
§ Esta destrucción compara a los impíos con los racimos de uvas de la tierra.
§ Ellos son echados “en el gran lagar” que es pisoteado fuera de la ciudad.
En realidad esto es un resumen de lo que se amplía en Apocalipsis 19:19-20;
20:11-15.
Precisiones interpretativas escatológicas
En realidad, el resumen más claro de todo esto lo da
Jesús en una parábola de su Reino: Mateo 13:24-30, 36-43.
§ Ésta es también la explicación más breve, sencilla y clara del pasaje que
estamos estudiando y que a su vez es paralelo a Daniel 12:1-3, 12-13.
§ Con esta parábola el cuadro se nos torna más diáfano y anhelante. De esta
manera, Apo 14:15-20 es el momento cuando Jesús, tras su obra de intercesión en
la expiación cósmica (o purificación de su Santuario), vuelve a la tierra por
los suyos.
§ Él arrojará su hoz, y los santos representados por el trigo en la tierra serán recogidos al alfolí celestial.
§ Su siembra milenaria es recogida por Él mismo con regocijo.
§ Ya no como varón de dolores sino como Segador y Salvador triunfante. También
la siembra del maligno será arrancada y amontonada junto con él mismo para ser
destruida con fuego eterno (Mateo 25:41, 46; Apo 19:19-20).
Daniel y Juan destacan la misma esperanza dada a los
creyentes en “bienaventurada esperanza” (Apo 14:12-13). La ira derramada sobre la
tierra es la destrucción de los impíos. Ellos son destruidos fuera de la ciudad.
Pero la profecía termina, como otras revelaciones escatológicas, con el triunfo
de Cristo y los redimidos.
Esto se expresa en todo su clímax en Apo 19:1-6, 11-16.
Pero en el capítulo 19 la misma realidad escatológica nos es presentada por
otra imagen gloriosa puesta también en contrastes absolutos: La Cena de Bodas del
Cordero y la Cena del Gran Dios (Apo 19:7-9, 17-18, 21); pero eso, ya es otro
tema y para otra ocasión.
Conclusiones
1. Pronto el Señor culminará la expiación cósmica en su
Santuario y vendrá para recoger su cosecha preciosa.
2. La cosecha precede a la vendimia de la tierra. Hay mil
años de espacio entre ambos eventos.
3. Hay sólo dos opciones ineludibles para todos: O somos
segados para vida eterna o seremos vendimiados para perdición eterna.
4. El que seamos, eternamente, parte de la cosecha para
refugio y salvación en su granero, o parte de su terrible vendimia, depende de nosotros.
5. Hoy es el momento propicio para asegurarnos un lugar
en su reino bendito.
6. Hoy todavía Cristo nos invita mediante su Vicario y su
Iglesia a ser partícipes plenos de todas las bendiciones de su reino por la
eternidad, siendo trigo en su alfolí y no uvas en su lagar (Ap 21:17).
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