LA CREACIÓN EN GÉNESIS 1
CoPr. Oscar Mendoza Orbegoso
Iglesia Adventista del Séptimo Día “Miraflores”
Asociación Peruana Central
Texto
clave: En el principio Dios creó los cielos y la tierra (Gén. 1:1).
Actualmente, muchos cristianos están
sosteniendo que los días de la creación de Génesis 1 son simbólicos, y que cada
uno de ellos representa “mil años”. Así, Dios habría creado el planeta tierra y
la humanidad en 6, 000 años o, quizá, más. El propósito es mostrar que Dios creó
seres imperfectos para que luego, durante estos milenios, estos evolucionen.
¿Es verdad que cada día de la creación representa “mil años”, o cada día fue de
24 horas? ¿Existe algún elemento que apoye la evolución en Génesis 1?
Comencemos. Debemos reconocer algo
importante: El fundamento para comprender
la creación, desde la perspectiva bíblica, es Génesis 1 y 2. Negar la
historicidad y la literalidad de ambos capítulos, es echar por tierra la verdad
acerca de nuestros orígenes.
Dios: la
persona principal de la creación
Génesis 1:1 es categórico: el
universo, incluyendo el planeta tierra, fue creado por Dios. En este versículo,
y en todo el capítulo, no existe ningún indicio de que todo lo que existe fue
producto de una catástrofe, o que fue el resultado de la evolución. Este
énfasis, de Dios como Creador, se revela en las palabras hebreas ‘Elohīm y bārā’.
En primer lugar, el término hebreo
para “Dios” es ‘Elohīm.
Esta palabra aparece 32 veces en todo el capítulo 1, señalando que la persona
principal del registro de la creación es Dios mismo; esto se corrobora en los
verbos que aparecen, cuyo único sujeto es el Creador. Mérling Alomía señala:
“Salta a la vista que en el relato el autor quiere certificar la creación pero,
sobre todo, engrandecer a su Creador” (“Génesis 1: Nuestros orígenes como lo
reveló YHWH a Moisés”, en “Y Moisés
escribió las palabras de YHWH”, ed. Mérling
Alomía [Lima: Ediciones Theologika, 2004], 5).
En segundo lugar, la palabra hebrea
para “crear” es bārā’. Este término
aparece 46 veces en el Antiguo Testamento y, generalmente, revela la acción
divina de crear algo de la “nada”. Según Génesis 1, el Creador no necesitó de
una gran explosión para crear el planeta tierra, ni recurrió a la evolución
para crear a la humanidad; bastaba únicamente su voz y poder para dar vida a
cada criatura.
Los días en
la creación:
Génesis 1 afirma que Dios creó el planeta tierra y sus habitantes en seis días de 24 horas cada uno. Presentamos cinco razones:
(1) En hebreo, cuando un
adjetivo numeral está junto a la palabra “día” (heb. yōm), siempre se refiere a un día de 24 horas. Este es el caso de
Génesis 1, donde varias veces registra “un día”, “día segundo”, etc. (vv. 5, 8,
13, 19, 23, 31; 2:2).
(2) Al finalizar cada
versículo, en cada día de la creación, siempre se registran las palabras “tarde
y mañana” (heb. èrèb/boqèr; ver, 1:5,
8, 13, 19, 23, 31). En la Escritura, ambos términos se refieren a un día de 24
horas (Éx 16:12; 1 S 17:16). Asimismo, “tarde y mañana”, en Génesis 1, está en
singular, dando a entender que se refiere a un día completo. Gerhard Hasel
concluye: “‘tarde y mañana’ es una expresión temporal que define cada ‘día’ de
la creación como un día literal. No puede adjudicársele ningún otro significado
fuera de este” (“The ‘Days’ of Creation in Genesis 1: Literal ‘Days’
or Figurative ‘Periods/Epochs’ of Time?”, en Creation, Catastrophe & Calvary, ed. John T. Baldwin [Hagerstown,
MD: Review and Herald, 2000], 60).
(3) El sábado, instituido en
el Edén, revela que los demás días también fueron de 24 horas. ¿Por qué Dios
tendría que pedirnos que guardemos el día sábado, si este iba a durar mil años?
(4) El capítulo en estudio
registra elementos que confirman la literalidad de los días de la creación. Por
ejemplo, Moisés escribió: “y llamó Dios a la luz día, y a
las tinieblas llamó noche”
(v. 5). En los vv. 12 al 15, Dios dijo que haría las lumbreras y las estrellas
para “separar el día de la noche” y estas “sirvan de señales para las
estaciones, para días y años […] Y las
puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para
señorear en el día y en la noche”. Entonces, surge una pregunta, ¿Por qué Dios pondría
esas lumbreras, las cuales separarían el día de la noche, si cada día
supuestamente equivaldría a mil años? En Génesis 1 no hay elementos de tiempo
mayores. Al contrario, registra términos como “tarde”, “mañana”, “día”,
“noche”, dando a conocer que los días de la creación fueron literales.
(5) Es importante reconocer
la sabiduría infinita y la omnipotencia de Dios. Él es capaz de crear cualquier
cosa o ser en un instante (cf. Sal 33:9).
La
perfección de la creación
Génesis 1 enfatiza que Dios hizo
todo “bueno en gran manera”. En todo el capítulo aparece cinco veces la oración
“Y vio Dios que era bueno” [heb. wayare’
‘Elohīm kí tōb] (vv.
10, 12, 18, 21, 25), mostrando que Dios, al terminar la creación de cada día, supervisó
y confirmó de que todo era perfecto. El clímax se nota en el v. 31, donde dice
que todo era “bueno en gran manera”.
En Génesis 1 no existen elementos evolutivos.
Una evolución, de lo imperfecto a lo perfecto, es contraria a lo que dice la
Palabra de Dios. Si hoy en día vemos seres imperfectos, es por causa del
pecado.
Como se acaba de mostrar, los días
de la creación registrados en Génesis 1, son literales. Cada uno fue de 24
horas.
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