23 jun 2014

LA CREACIÓN EN GÉNESIS 1
CoPr. Oscar Mendoza Orbegoso
Iglesia Adventista del Séptimo Día “Miraflores”
Asociación Peruana Central


Texto clave: En el principio Dios creó los cielos y la tierra (Gén. 1:1).

Actualmente, muchos cristianos están sosteniendo que los días de la creación de Génesis 1 son simbólicos, y que cada uno de ellos representa “mil años”. Así, Dios habría creado el planeta tierra y la humanidad en 6, 000 años o, quizá, más. El propósito es mostrar que Dios creó seres imperfectos para que luego, durante estos milenios, estos evolucionen. ¿Es verdad que cada día de la creación representa “mil años”, o cada día fue de 24 horas? ¿Existe algún elemento que apoye la evolución en Génesis 1? 
Comencemos. Debemos reconocer algo importante: El fundamento para comprender la creación, desde la perspectiva bíblica, es Génesis 1 y 2. Negar la historicidad y la literalidad de ambos capítulos, es echar por tierra la verdad acerca de nuestros orígenes.

Dios: la persona principal de la creación

Génesis 1:1 es categórico: el universo, incluyendo el planeta tierra, fue creado por Dios. En este versículo, y en todo el capítulo, no existe ningún indicio de que todo lo que existe fue producto de una catástrofe, o que fue el resultado de la evolución. Este énfasis, de Dios como Creador, se revela en las palabras hebreas Elohīm y bārā’.
En primer lugar, el término hebreo para “Dios” es Elohīm. Esta palabra aparece 32 veces en todo el capítulo 1, señalando que la persona principal del registro de la creación es Dios mismo; esto se corrobora en los verbos que aparecen, cuyo único sujeto es el Creador. Mérling Alomía señala: “Salta a la vista que en el relato el autor quiere certificar la creación pero, sobre todo, engrandecer a su Creador” (“Génesis 1: Nuestros orígenes como lo reveló YHWH a Moisés”, en “Y Moisés escribió las palabras de YHWH”, ed. Mérling Alomía [Lima: Ediciones Theologika, 2004], 5).
En segundo lugar, la palabra hebrea para “crear” es bārā’. Este término aparece 46 veces en el Antiguo Testamento y, generalmente, revela la acción divina de crear algo de la “nada”. Según Génesis 1, el Creador no necesitó de una gran explosión para crear el planeta tierra, ni recurrió a la evolución para crear a la humanidad; bastaba únicamente su voz y poder para dar vida a cada criatura.

Los días en la creación:

Génesis 1 afirma que Dios creó el planeta tierra y sus habitantes en seis días de 24 horas cada uno. Presentamos cinco razones:

(1)  En hebreo, cuando un adjetivo numeral está junto a la palabra “día” (heb. yōm), siempre se refiere a un día de 24 horas. Este es el caso de Génesis 1, donde varias veces registra “un día”, “día segundo”, etc. (vv. 5, 8, 13, 19, 23, 31; 2:2).

(2) Al finalizar cada versículo, en cada día de la creación, siempre se registran las palabras “tarde y mañana” (heb. èrèb/boqèr; ver, 1:5, 8, 13, 19, 23, 31). En la Escritura, ambos términos se refieren a un día de 24 horas (Éx 16:12; 1 S 17:16). Asimismo, “tarde y mañana”, en Génesis 1, está en singular, dando a entender que se refiere a un día completo. Gerhard Hasel concluye: “‘tarde y mañana’ es una expresión temporal que define cada ‘día’ de la creación como un día literal. No puede adjudicársele ningún otro significado fuera de este” (“The ‘Days’ of Creation in Genesis 1: Literal ‘Days’ or Figurative ‘Periods/Epochs’ of Time?”, en Creation, Catastrophe & Calvary, ed. John T. Baldwin [Hagerstown, MD: Review and Herald, 2000], 60).

(3) El sábado, instituido en el Edén, revela que los demás días también fueron de 24 horas. ¿Por qué Dios tendría que pedirnos que guardemos el día sábado, si este iba a durar mil años?

(4) El capítulo en estudio registra elementos que confirman la literalidad de los días de la creación. Por ejemplo, Moisés escribió: “y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche” (v. 5). En los vv. 12 al 15, Dios dijo que haría las lumbreras y las estrellas para “separar el día de la noche” y estas “sirvan de señales para las estaciones, para días y años […] Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche”. Entonces, surge una pregunta, ¿Por qué Dios pondría esas lumbreras, las cuales separarían el día de la noche, si cada día supuestamente equivaldría a mil años? En Génesis 1 no hay elementos de tiempo mayores. Al contrario, registra términos como “tarde”, “mañana”, “día”, “noche”, dando a conocer que los días de la creación fueron literales.

(5) Es importante reconocer la sabiduría infinita y la omnipotencia de Dios. Él es capaz de crear cualquier cosa o ser en un instante (cf. Sal 33:9).

La perfección de la creación

Génesis 1 enfatiza que Dios hizo todo “bueno en gran manera”. En todo el capítulo aparece cinco veces la oración “Y vio Dios que era bueno” [heb. wayare’ ‘Elohīm kí tōb] (vv. 10, 12, 18, 21, 25), mostrando que Dios, al terminar la creación de cada día, supervisó y confirmó de que todo era perfecto. El clímax se nota en el v. 31, donde dice que todo era “bueno en gran manera”.
En Génesis 1 no existen elementos evolutivos. Una evolución, de lo imperfecto a lo perfecto, es contraria a lo que dice la Palabra de Dios. Si hoy en día vemos seres imperfectos, es por causa del pecado.

Como se acaba de mostrar, los días de la creación registrados en Génesis 1, son literales. Cada uno fue de 24 horas.

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