¿Es Real el Santuario Celestial?
Ángel
Manuel Rodríguez
Ex Director del Biblical Research Institute
El Santuario
Celestial, ¿es un templo real, con su Lugar Santo y su Lugar Santísimo?
Aunque
es importante conocer la estructura del Templo Celestial, lo verdaderamente
significativo es la obra que Cristo ha estado realizando en nuestro favor. Pero
permítame responder a su pregunta específica.
1. Existe una morada divina en los cielos:
Si el Santuario Celestial sirvió como modelo para el santuario terrenal, debe
haber alguna clase de relación estructural entre los dos (Heb. 8:5).
Obviamente, es una correspondencia débil y oscura, ya que la imaginación humana
no puede abarcar la totalidad del Santuario Celestial. Pero existe un nivel de
correspondencia.
Las
Escrituras testifican de la realidad del Santuario Celestial, que es descrito
como la morada de Dios en los cielos (por ejemplo: Apoc. 11:19; 14:17; 15:5).
Esto en sí mismo implica claramente un espacio determinado, una estructura
majestuosa de la que conocemos poco y nada, y de la que sólo podemos hablar
utilizando las imágenes y la terminología del santuario terrenal.
2. La morada de Dios no es un recinto
vacío: Dentro del Templo, está el trono más majestuoso que alguien podría
imaginar: el trono de Dios y de Cristo (Apoc. 4:2). Lo real de este trono está
remarcado por el hecho de que Cristo, que llevó al cielo un cuerpo humano glorificado,
se sienta en él. En el Templo Celestial también hay tronos donde se sientan los
seres celestiales para adorar y servir al Señor (Dan. 7:10; Apoc. 4:4). Dios ha
permitido que estas criaturas lo asistan en la administración del universo.
3. La morada de Dios es un sitio de
acción: Daniel vio que Dios se movía de un lugar a otro dentro del Santuario
Celestial, a medida que se relacionaba con sus criaturas. También observó que
Dios entraba en un área determinada y se sentaba en su trono (Dan. 7:9).
Contempló, además, que el Hijo del Hombre entraba en esa misma área y llegaba
hasta la presencia de Dios. Las imágenes son tomadas de Levítico 16, donde el
sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo con una nube de incienso para
ministrar ante el trono de Dios, ante el arca del pacto. En Daniel, el Hijo del
Hombre tiene la función de Sumo Sacerdote, que entra en el Lugar Santísimo del
Santuario Celestial para ministrar por nosotros.
4. La morada de Dios tiene diferentes
ámbitos: Juan reconoce que existen diferentes ámbitos o habitaciones en el
Santuario Celestial. En una de sus visiones, se le mostró un ángel que
ministraba ante el altar del incienso, en lo que sería el equivalente al lugar
santísimo del santuario terrenal (Apoc. 8:3, 4). Pero también se le permitió
mirar dentro del Lugar Santísimo Celestial, donde vio el arca del pacto (Apoc.
11:19). Estamos tratando aquí con diferentes áreas dentro del Santuario
Celestial. Lo mínimo que podríamos decir es que el Santuario Celestial tiene al
menos dos habitaciones. Esto era de esperarse si el santuario terrenal es una
copia del Celestial.
Es
interesante que Jesús les haya dicho a sus discípulos que en la casa de su
Padre había muchas moradas (Juan 14:2). La frase "en la casa de mi
Padre" se refiere muy probablemente al Templo en el cielo, al que Jesús se
dirigía y adonde estaba planeando llevar a sus discípulos en el futuro. Ese
Templo no es una construcción de un solo ambiente, sino más bien una estructura
con múltiples habitaciones y de un tamaño majestuoso.
La
naturaleza del Santuario Celestial está más allá de nuestra comprensión cabal.
Esto es de esperar de una fracción de espacio que une lo Infinito con lo
finito, lo Eterno con lo temporal, a Dios con sus criaturas, el modo de
existencia de Dios con el de su creación. Ninguna construcción humana podría
representarla adecuadamente.
Pero
su singularidad no es incompatible con su materialidad. La grandiosidad del
Santuario Celestial queda remarcada cuando decimos que existen moradas en él.
Dado que somos incapaces de comprender totalmente su naturaleza, Dios nos ha
dado lenguaje e imágenes del santuario terrenal para referirnos a él. Así, la
materialidad y la realidad del Santuario Celestial, al igual que su diversidad
de espacios, son destacados sin igualar las realidades celestiales con las del
santuario terrenal.
Debemos
retener el lenguaje y las imágenes del santuario terrenal para referirnos al
Celestial, para poder evitar la espiritualización o rechazar la realidad de la
morada de Dios en los cielos.
Copyright
© Biblical Research Institute General Conference of Seventh-day Adventists®
Fecha:
noviembre, 2002
Fuente: https://adventistbiblicalresearch.org/es/materials/theology-sanctuary/%C2%BFes-real-el-santuario-celestial
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