Imágenes del Espíritu Santo (Lluvia
tardía)
Ángel
Manuel Rodríguez
Ex Director del Biblical Research Institute
Por
favor, explíqueme las frases "lluvia temprana" y "lluvia
tardía", y su relación con el derramamiento del Espíritu Santo.
Para
responder su pregunta, se requiere una comprensión del clima y de la tierra de
Israel, y del significado de la lluvia en la Biblia. La lluvia desempeñaba un
papel importante en la sociedad agraria israelita. Cisternas encontradas por
arqueólogos en Israel indican el valor del agua y la necesidad de preservarla
para la estación seca, que duraba casi la mitad del año.
1.
Estación lluviosa. En Israel, gran parte de la lluvia caía generalmente de
diciembre a febrero. La primera precipitación de la estación lluviosa –la
"lluvia temprana"– generalmente caía desde mediados de octubre hasta
principios de noviembre. Esta lluvia ablandaba el terreno y facilitaba la
germinación de la semilla y el crecimiento de los cultivos. La lluvia tardía
caía antes de la cosecha, desde comienzos de marzo hasta abril. Esta lluvia
contribuía a la maduración de los cultivos. Por lo tanto, la lluvia era
tremendamente importante para la vida israelita y era considerada un don de
Dios (Deut. 11:14; Jer. 5:24; Mat. 5:45). La falta de lluvia a menudo era
considerada una expresión de desaprobación divina, un resultado de los pecados
y la rebelión del pueblo (por ejemplo, Jer. 3:3).
2.
Ideas asociadas con la lluvia. La lluvia estaba asociada con el poder de Dios
sobre la naturaleza (1 Rey. 17:1; Isa. 5:6), con sus bendiciones (Sal. 84:6;
147:8) y sus favores hacia la humanidad (Oseas 6:3). Su conexión con la
subsistencia la convertía en una expresión concreta de la preocupación de Dios
por la vida del pueblo y por la fertilidad de la tierra (Deut. 11:10, 11; Lev.
26:4). Esta misma conexión entre la vida y la lluvia dio lugar a su uso como un
símbolo de sabiduría (Prov. 18:4). Dado que la lluvia beneficia a todos, está
asociada metafóricamente con el rey justo que es una bendición para todos y
nutre la vida, en lugar de amenazarla (2 Sam. 23:4). Un aspecto negativo de la
lluvia, específicamente la lluvia torrencial, es que daña los campos y las
casas, y se convierte en un símbolo de caos y destrucción (por ejemplo, Gén.
7:11; Isa. 4:6).
3.
El derramamiento del Espíritu y la lluvia. En la Biblia, la lluvia llega a ser
un símbolo del divino derramamiento del Espíritu Santo; tanto la lluvia como el
Espíritu Santo fueron enviados por Dios como una demostración de su
preocupación por la vida.
Encontramos,
primero, un uso escatológico de la imagen de la lluvia. Dios describe la futura
restauración de su pueblo utilizando el lenguaje de la lluvia para ilustrar la
obra del Espíritu: "Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos
sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi
bendición sobre tus renuevos" (Isa. 44:3; ver Eze. 39:29; Isa. 32:15;
44:3). En Joel, después de anunciar la llegada de la lluvia temprana y la
tardía, Dios agrega: "Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda
carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos
y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días" (Joel 2:28,
29).
Segundo,
la imagen de la lluvia temprana y la tardía podría ser aplicada a al menos dos
diferentes obras poderosas del Espíritu dentro de la iglesia: una relacionada
con la experiencia del Pentecostés, y la otra a los eventos que sucederán poco
tiempo antes del regreso de Cristo. La obra escatológica del Espíritu anunciada
por Joel se cumplió parcialmente durante el derramamiento del Espíritu en
Pentecostés (Hech. 2:18). Esta podría ser llamada la "lluvia
temprana". Pero esta misma profecía se refiere a "el día grande y
espantoso de Jehová", sugiriendo que se debe esperar una manifestación más
plena del Espíritu (ver Hech. 2:19, 20).
Esta
obra futura del Espíritu acompañará y dará poder a la proclamación del último
mensaje de juicio y salvación a la raza humana. Es a este evento que señala
Apocalipsis 18:1. Un ángel, que representa a Dios (Eze. 43:2), desciende del
cielo con gran autoridad, iluminando la tierra con su gloria, y añade poder a
la proclamación mundial de los tres mensajes angélicos de Apocalipsis 14:6-12.
Esta manifestación del Espíritu podría ser llamada la "lluvia
tardía". Antes del regreso de Cristo, los poderes del mal realizarán
grandes señales y milagros (Apoc. 13:13, 14; 1 Tim. 4:1), pero Dios también
expresará su poder superior a través de la obra del Espíritu entre su pueblo.
De
esta manera, las frases "lluvia temprana" y "lluvia tardía"
son imágenes de la agricultura que se aplican figuradamente a la obra del
Espíritu Santo en el comienzo de la iglesia cristiana y poco tiempo antes de la
cosecha de Dios en el tiempo del fin (Apoc. 14:14-20).
Copyright © Biblical
Research Institute General Conference of Seventh-day Adventists®
Fecha de publicación: septiembre
del 2007
Fuente: https://adventistbiblicalresearch.org/es/materials/holy-spirit/im%C3%A1genes-del-esp%C3%ADritu-santo-lluvia-tard%C3%AD
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