The examination of the topic of the Spirit of God in the Old Testament is usually approached from a doctrinal point of view, because people want to know if the Holy Spirit is a mere influence or a person. Nevertheless, the main purpose of why the Bible speaks about the Holy Spirit is to point to His different functions and to testify that the Holy Spirit needs to lead us, and not that we should possess the Holy Spirit.
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30 jul 2015
Una imagen perfecta
Dr.
Ángel Manuel Rodríguez – jubilado
Instituto
de Investigaciones Bíblicas, Asociación General
¿Qué
quiere decir Pablo cuando afirma que Jesús es «la imagen de Dios»?
Esta
no es necesariamente una pregunta difícil, si bien no se suele enfatizar cierto
aspecto de ella. Aunque podría haber una conexión con Génesis 1:27, donde se
nos dice que Adán y Eva fueron creados a imagen de Dios, no hay dudas de que
Jesús es la imagen de Dios de una manera mucho más abarcadora y singular.
Cristo es llamado de esta manera en solo dos pasajes (2 Cor. 4:4 y Col. 1:15).
Analizaremos también los pasajes en los cuales los cristianos son señalados
como la imagen de Dios/Cristo.
8 jun 2015
4 may 2015
En esta presentación se trata sobre el Espíritu Santo, una de las personas de la Trinidad.
27 oct 2014
El testimonio del profeta Ezequiel sobre el Dios
triuno.
In other words, how can a solitary God (OT) love as
the Trinity does (NT)? Such assumed differences are not merely between law and
grace, bondage and freedom, sovereign and free choice, but have to do with God
Himself. If God relates to humans differently at any time and in any way, what
does this do to His words “I the Lord do not change” (Mal 3:6)? Our
presentation is confined to whether God is only solitary in the OT, compared to
a Trinity in the NT.
This paper reports the results of my own comprehensive
research in the book of Revelation regarding all references to Deity and the
respective roles of the members of the Trinity as revealed by these references.
14 jul 2014
El Espíritu Santo y
la Deidad
Ángel Manuel Rodríguez
Ex Director del Biblical Research Institute
Algunas
personas sostienen que el Espíritu Santo no es una persona y que no pertenece a
la Deidad. ¿Es esto verdad?
Algunos adventistas han descubierto que
prácticamente todos nuestros pioneros eran antitrinitarios, y han llegado a la
conclusión de que, en vista de eso, la iglesia de hoy debería rechazar la
doctrina de la Trinidad. Al tratar este tema, debemos recordar que el Señor
guió al movimiento adventista gradualmente hacia una mayor comprensión bíblica
acerca de la naturaleza de Dios. Hoy, fundamentados en su Palabra, afirmamos la
verdad de un único Dios en la pluralidad de tres Personas divinas. Menciono
aquí algunos de los fundamentos bíblicos:
10 jun 2014
El Espíritu Santo
en Apocalipsis
Ángel Manuel Rodríguez
Ex Director del Biblical Research Institute
He
escuchado algunas preguntas sobre la persona del Espíritu Santo en el
Apocalipsis. ¿Es considerado un miembro de la Trinidad en ese libro?
El
Espíritu juega un papel significativo en el libro de Apocalipsis. En efecto, el
libro comienza y termina con referencias al Espíritu (Apoc. 1:4; 22:17). Para
algunos, sin embargo, que el Espíritu no aparezca en el trono con el Padre y el
Hijo significa que no es una persona, y mucho menos un integrante de la
Trinidad. Analicemos las evidencias.
25 may 2014
El
autor presenta un desarrollo histórico de la Trinidad en el cristianismo, y
cuánto ha influido la Filosofía griega en los padres de la iglesia, como
Agustín de Hipona, y, luego, en el catolicismo y protestantismo.
18 may 2014
El autor desarrolla históricamente le doctrina de la Trinidad en la
Iglesia Adventista del Séptimo Día. Comienza hablando sobre el pensamiento anti
trinitario en nuestros pioneros. Luego, trata sobre la transición al
pensamiento trinitario del adventismo actual.
17 may 2014
El autor habla sobre aspectos básicos de la Trinidad a lo largo de la Escritura, principalmente en el Nuevo Testamento. Agrega elementos importantes que nos ayudan a entender sobre Dios siendo UNO y, al mismo tiempo, siendo TRES. Stefanovic relaciona el pensamiento
bíblico con el pensamiento del Cercano Oriente.
El autor trata sobre la Trinidad en el
Antiguo Testamento, que incluye el análisis de textos que hablan sobre Dios
siendo UNO, y Dios siendo TRES personas. Luego, se presenta aquellos pasajes
donde aparecen cada una de estas tres personas divinas: (1) Jehová, (2) El
Ángel de Jehová (Señor Jesucristo) y (3) El Espíritu de Dios (Espíritu Santo).
Para el expositor, la fuente para la comprensión de la Trinidad en el Nuevo
Testamento es el Antiguo Testamento.
4 may 2014
Ekkehardt Müeller trata sobre la naturaleza y persona del
Señor Jesucristo en el libro del Apocalipsis. Este artículo se presentó en
el IX Simposio Bíblico- Teológico Sudamericano sobre Cristología. Esperamos que
sea de gran ayuda el estudio de este erudito, director asociado del Instituto
de Investigación Bíblica de la Asociación General.
10 ago 2013
¿Por qué Cristo nos envió a predicar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo? ¿Por qué los apóstoles comenzaron bautizando únicamente en el nombre del Señor Jesucristo? Todas estas preguntas serán respondidas en este artículo.
3 abr 2013
¿Qué significa la frase "El primogénito de toda la creación" de Colosenses 1:15?
Michael Orellana Méndez
El
significado de la palabra “primogénito” es vital para la interpretación de
Colosenses 1:15. En primer lugar, se debe intentar descubrir el significado de
esta palabra dentro del mismo capítulo. Precisamente este término aparece en el
v. 18, donde Pablo se refiere a Cristo como el “primogénito de los
muertos” (énfasis nuestro).
Según
el v. 18, ¿significa que Cristo fue el primer muerto? ¡Obviamente que no!
¡Antes que Él muriese muchos ya habían fenecido! Pero, ¿qué significa esta
expresión? El mismo texto da la clave: “para que en todo tenga la
preeminencia”. En otras palabras, el enfoque de Pablo es la supremacía de
Cristo. Él no era el primero de los muertos pero sí el más importante de todos
ellos. En este sentido, el término “primogénito” no significa “primer nacido”
sino “el más importante”.
Para
demostrar tal significado, se necesita recordar que en el antiguo Israel la
posición de primogénito era de vital importancia para una familia real. Sólo
los primogénitos podían acceder al cargo de “rey”. Esto se verifica ampliamente
no sólo en la cultura israelita sino en todas las otras culturas (2 Cr 21:3; 2
R 3:27). Además, únicamente ellos podían acceder a una bendición especial de
sus padres (Gn 27:19). Por lo tanto, ser un primogénito era símbolo de
“poder” (Gn 48:48).
Existen
pasajes de las Escrituras donde el término “primogénito” se usa simbólicamente.
Por ejemplo, Dios llama a Israel su “primogénito” (Ex 4:22). Si Cristo es el
primogénito, ¿por qué se dice que Israel también era el primogénito de Dios? La
comprensión de este pasaje sólo es posible cuando interpretamos simbólicamente
su significado. Israel era “muy especial a la vista de Dios”. Éste es el
significado.
Otro
caso es la primogenitura de Esaú (Gn 25:33). En este pasaje se menciona
claramente que Esaú vendió su primogenitura; lo cual indica una costumbre muy
importante del antiguo Israel. La primogenitura era un título que podía ser
adquirido o trasferido a otra persona. Ser primogénito no era por el simple
hecho de haber nacido primero, sino por de ser el más poderoso y el más
importante. Tal caso ocurre en los hijos de José (ver Gn 48:14-20). En otras
circunstancias, esta transferencia de primogenitura es hecha incluso por Dios
(Sal 89:26, 27) al llamar a Israel el “primogénito”, prefiriéndolo en lugar de
su hermano Esaú (Mal 1:2); aunque Israel había nacido “segundo” (ver Gn 25:25,
26; Ex 4:22).
En
conclusión, “primogénito” significa “preeminencia” tal como lo dice el mismo
apóstol Pablo (Col 1:18). Pero, ¿qué significa “primogénito de toda creación”?
¿Cristo es parte de la creación de Dios?
La
respuesta necesita reflexión en el texto bíblico antes de apresurarse en
conclusiones prematuras. El apóstol primero dice que Cristo es antes de todo lo
creado (v. 17), pero después dice que él nos reconcilió con Dios (vv. 20-22).
Tal reconciliación sólo es posible en la encarnación. Al encarnarse, Cristo se
vuelve parte de la creación sin dejar de ser plenamente divino (Col 1:19). Al
encarnarse, es como se hace visible la realidad de Dios en medio de los
hombres. A esto se refiere el apóstol cuando declara que “Él es la imagen del
Dios invisible”. Su mismo nombre “Emmanuel” corrobora su divinidad, puesto que
éste significa “Dios con nosotros”. De esta manera, al convertirse en un ser
humano, Cristo se hizo también “el miembro más importante de la familia
humana”. En las palabras del apóstol Pablo “[…] para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos” (Ro 8:29).
En Cristo están dos realidades indivisibles e
incompresibles: él es Dios (Jn 1:1) y hombre (Jn 1:14) a la vez. ¿Cómo puede
estar ambas naturalezas en él? ¿Cómo puede ser “el primogénito”, es decir “el
más importante”, de toda creación y al mismo tiempo el originador de todas las
cosas? Es un gran y maravilloso misterio que surgió en la mente de Dios. Ambas
ideas están una al lado de la otra dentro de este capítulo de Colosenses. A
continuación se verá cómo el apóstol logra comparar ambos aspectos de la
naturaleza humano – divina de Cristo:
Aspecto divino
|
Aspecto humano
|
“En
él fueron creadas todas las cosas […]”
|
“[…] el
primogénito de toda creación”
|
“Y
él es antes de todas las cosas […]”
|
“Él
es la imagen del Dios invisible […]
|
“Él
es el principio […]”
|
“[…] el
primogénito de entre los muertos”
|
¿Por
qué hace esta comparación el apóstol Pablo? ¿Por qué no enfatizó sólo su
divinidad? La respuesta es que negar su
realidad humana sería negar su dominio sobre la familia humana. El mismo
apóstol explicó el motivo: “a fin de que él tenga en todo la primacía. Porque
agradó al Padre que en él habitara toda la plenitud”. De esta manera, Cristo se
convierte en la llave que une al cielo y la tierra en él mismo.
1 abr 2013
La Trinidad y el Adventismo. Gerhard Pfandl
Posted by Unknown | 20:12 | Adventismo, Divinidad de Cristo, Elena de White, Persona del Espíritu Santo, Pioneros, Trinidad
El autor presenta un desarrollo histórico sobre la doctrina de la Trinidad en la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
La divinidad de Cristo según la Biblia
Gerhard Pfandl
Director Asociado del Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General
La evidencia bíblica demuestra en forma contundente que Cristo es
plenamente Dios.
Un
elemento sumamente importante de la doctrina de la Trinidad es la divinidad de
Cristo. De acuerdo con la enseñanza de que hay un Dios en tres Personas, y que
cada una de ellas es plenamente divina, es importante que verifiquemos lo que
las Escrituras enseñan acerca de la divinidad de Cristo. Hay pasajes en el
Nuevo Testamento que confirman su plena divinidad.
Cristo es Dios
Juan 1:1-3, 14. “En el principio era
el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. La frase “en el
principio” nos lleva al comienzo del tiempo. Si el Verbo estaba “en el
principio”, entonces no tuvo principio; esta es una manera de decir que es
eterno.
La expresión “el Verbo era con Dios”
nos dice que el Verbo es una persona diferente, separada. El Verbo no estaba
“en” Dios, sino “con” Dios.
“Y el Verbo era Dios”. El Verbo no
era una emanación de Dios, sino Dios mismo. El versículo 14 identifica
claramente quién es el Verbo: nuestro Señor Jesucristo.
Juan 20:28. “Entonces Tomás
respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” Ni Cristo ni Juan desaprobaron la
declaración de Tomás cuando llamó a Cristo “Dios mío”; al contrario, este
episodio constituye un punto culminante en el relato del evangelista, que
inmediatamente después comunica a sus lectores: “Hizo además Jesús muchas otras
señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este
libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el
Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (vers. 30, 31).
Este evangelio –dice Juan– fue escrito a fin de convencer a otras personas para
que imiten a Tomás en el reconocimiento de Cristo como “Señor mío y Dios mío”.
Filipenses 2:5-7. Este pasaje se
escribió para ilustrar la humildad de Cristo, pero es uno de los textos que
apoyan su divinidad. “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús, el cual, siendo en forma (morphé)
de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. Sino que se
despojó (se anonadó) a sí mismo, tomando forma (morphé) de siervo, hecho semejante a los hombres”.
MORPHÉ,
que significa “forma” o “apariencia visible”, es una palabra que describe
la naturaleza genuina, la esencia de
una cosa. “No se refiere a una forma mutable, sino a una forma específica de la
cual depende la identidad y la condición de algo”.[1] Morphé contrasta con SJEMATI (Fil. 2:8), que también
significa forma, pero en el sentido de apariencia
superficial y no de esencia.
El texto deja muy en claro que Jesús
no codició el hecho de ser “igual a Dios”; no intentó aferrarse de la igualdad a
Dios que poseía por derecho propio. En otras palabras, no intentó retener por
la fuerza su igualdad con Dios. Al contrario, “lo consideró una oportunidad
para renunciar a toda ventaja o privilegio derivados de ese hecho; y como una
ocasión para empobrecerse y sacrificarse a sí mismo sin reserva alguna”.[2] Ese es el significado de la expresión “se despojó a sí mismo”. Su igualdad con
Dios era algo que le correspondía por derecho propio; y alguien igual a Dios
debe sin duda ser Dios. Por eso, según este pasaje, Jesús era divino en el más
pleno sentido de la palabra.
Colosenses 2:9. “Porque en él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad”. En Colosenses 1:19 y 2:9, Pablo
usa la palabra “plenitud” con el fin de describir la suma total de cada función
de la Deidad.
Esa plenitud moraba corporalmente en
Cristo incluso durante su encarnación. Retuvo todos los atributos esenciales de
la Divinidad, aunque no los empleó en beneficio propio.
Tito 2:13. Pablo describió a los
creyentes como personas que aguardaban “la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Notemos
que: 1) el pronombre queoel 2:32, donde otra vez la palabra “Señor” es la traducción del hebreo Yahweh.
Estos y otros pasajes (Juan 19:37, comparado con Zac. 12:1, 10; Heb. 1:10-12, comparado con Sal. 102:25-27) indican que, al menos en varias ocasiones, el nombre Yahweh se aplica a Cristo.
Jesús era consciente de su divinidad
Cristo nunca afirmó directamente su divinidad, pero declaró que era el Hijo de Dios (Mat. 24:36; Luc. 10:22; Juan 11:4). Y, de acuerdo con la idea hebrea acerca de la filiación, todo lo que es el padre también lo es el hijo. Cuando Jesús afirmó que era Hijo de Dios, los judíos entendieron perfectamente que decía que era igual al Padre: “Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios” (Juan 5:18; ver también Juan 10:33).
Muchas veces Cristo dijo ser suyo lo que pertenece a Dios. “Se refirió a los ángeles de Dios (Luc. 12:8, 9; 15:10) como si fueran suyos (Mat. 13:41). Dijo que el Reino y los elegidos de Dios (Mar. 12:28; 19:14, 24; 21:31, 34; Mat. 13:20) eran de su propiedad”.[3] En Lucas 5:20, Jesús perdonó los pecados del paralítico; y los judíos, al recordar Isaías 43:25, cuestionaron: “¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?” Al perdonar pecados, Jesús se estaba identificando como Dios.
La divinidad de Cristo también aparece en la forma en que conjugó el presente del verbo “ser” cuando les respondió a los judíos: “Antes que Abrahán fuese (genesthai), yo soy (ego eimi)” (Juan 8:58). Al usar las palabras genesthai, “que viniera a la existencia”, y ego eimi, “Yo Soy”, Jesús estaba contrastando su existencia eterna con el comienzo históric se encuentra delante de “Dios” y “Salvador” une esos
dos sustantivos, de modo que ambos designan al mismo objeto. Por eso,
Jesucristo es “nuestro gran Dios y Salvador”. 2) el contexto del versículo 14
se refiere sólo a Cristo. 3) Esa interpretación está en armonía con otros
pasajes como Juan 20:28; Romanos 9:5; Hebreos 1:8 y 2 Pedro 1:1, de modo que
este texto es una afirmación más de la divinidad de Cristo.
Cristo es Yahweh
Mateo 3:3. “Voz del que clama en el desierto: preparad el
camino del Señor”. De acuerdo con el versículo 1, este texto de Isaías se
refiere a Juan el Bautista, que era el precursor del Mesías. En Isaías 40:3, la
palabra traducida como “Señor” es Yahweh.
De manera que el camino que Juan debía preparar no era para otro sino para el
mismo Jehová.
Romanos 10:13. “Porque todo aquél
que invocare el nombre del Señor, será salvo”. El contexto (vers. 6-12) deja en
claro que, al decir “Señor”, Pablo se está refiriendo a Cristo. El texto
pertenece a una cita de Jo de la existencia de Abrahám. Por lo menos, así lo
interpretaron los judíos: ellos entendieron que Jesús estaba afirmando que era Yahweh, el “Yo Soy” de la zarza ardiente
(Éxo. 3:14). Por eso, tomaron piedras para lapidarlo (Juan 8:59).
Finalmente,
el hecho de que Jesús haya aceptado que se lo adorara pone en evidencia que él
mismo reconocía su deidad. Después de que se les apareció a los discípulos
andando sobre las aguas, “vinieron y le adoraron” (Mat. 14:33). El ciego que
recuperó la vista después de lavarse en el estanque de Siloé, “lo adoró” (Juan
9:38). Después de la resurrección, los discípulos fueron a Galilea, donde se
les apareció, y “lo adoraron” (Mat. 28:17).
_______________
[1]W. Poehlmann, Exegetical Dictionay of the New Testament [Diccionario
exegético del Nuevo Testamento] (Eerdmans, 1981), t. 1, p. 443.
31 mar 2013
El autor presenta la Trinidad desde la perspectiva bíblica, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento.
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