24 mar 2013

Grupos pequeños: Aspectos básicos
Oscar Mendoza Orbegoso


El Grupo Pequeño,[1] como idea divina,[2] es un conjunto de creyentes que se reúnen cada semana en casas para ayudarse mutuamente en el crecimiento espiritual y en el cumplimiento de la misión. Estos tuvieron sus inicios principalmente con Cristo como líder y sus doce apóstoles (Jn 1:35-39, 41-42, 44-51); fue él quien formó el primer GP en la historia del cristianismo.[3] Después de su ascensión, la iglesia primitiva tomó como modelo el GP de Cristo, para luego formar nuevos grupos.[4] Esto se corrobora en el texto principal de la Teología de los GPs:

Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración […] Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; vendían todas sus propiedades y sus bienes, y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno. Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos (Hch 2:42-47).

Esta clase de reuniones era común en la iglesia primitiva. Por más que ellos continuaban frecuentando tanto en el templo diariamente[5] como en la sinagoga ocasionalmente,[6] las reuniones en casas eran vitales para el fortalecimiento y el crecimiento de esta iglesia naciente.
El Manual de la Iglesia Adventista (ed. 2010) plantea elaborar GPs en los hogares bajo el título de “Grupos de estudio de la Biblia”, cuyos objetivos son animar a los miembros de iglesia en el estudio de la Escritura y la comunión con Dios, y alcanzar a personas no creyentes quienes no podrían sentirse cómodas en un ambiente estructural eclesiástico, pero muy a gusto en una atmósfera tranquila y hogareña.[7]
Las razones para optar este nuevo estilo de vida (la reunión en casas), se perciben en los objetivos de los GPs que presenta el libro de Hechos. Por lo menos se proponen cinco:

(1) La preservación y la salvación de los hijos de Dios (2:46-47; 5:42; 12:12; 16:40).
(2) Motivar al cumplimiento de la misión (2:47; 5:42).
(3) Promover el discipulado y el desenvolvimiento de los dones y talentos de cada creyente (5:42; 20:20).
(4) Promover la familiaridad entre los creyentes (2:41, 45).
(5) Satisfacer las necesidades personales (2:44-45).

Se desarrollarán brevemente cada uno de ellos.

(1) La preservación y la salvación de los hijos de Dios

El propósito principal de los GPs es salvífico, más que fraternal. Si bien es cierto en cada uno de ellos se suplían las necesidades tanto psicológicas como físicas, la prioridad era velar por la salvación de los hijos de Dios y de los futuros creyentes. Ellos no solo se reunían para comer y confraternizar, ellos “alababan a Dios”, abrían las Escrituras y “añadían cada día […] los que iban a ser salvos” (la cursiva es para énfasis). Los GPs siempre han sido uno de los instrumentos de salvación más poderosos por el cual el Señor ha estado cumpliendo su misión. Sin lugar a dudas, los GPs son un puente misionero para la ganancia de las personas para Cristo, para la conservación de las mismas y para presentar, vívidamente, un nuevo estilo de vida en Cristo (el reino de los cielos). Según Jolivê Chaves, “Los GPs desempeñan un papel importante en la reforma y en el reavivamiento que la Iglesia necesita en su preparación para el regreso de Jesús”.[8]

(2) Motivar al cumplimiento de la misión

Uno de los objetivos más importantes de los GPs es el cumplimiento de la misión a “toda nación, tribu y lengua” (Ap 14:7). A diferencia de las campañas en carpas o en las megas iglesias, por medio de los GPs el evangelio puede llegar a lugares de difícil acceso.
En el templo, con una gran cantidad de hermanos, es muy difícil motivar y recibir una respuesta positiva con relación a la predicación del evangelio. Sin embargo, el mejor lugar para promover e involucrar a los miembros de iglesia en el evangelismo es en una casa, en un GP. Según Francisco Quintero, estos constituyen una fuerza misionera en la iglesia, ampliando su campo de trabajo al interesarse en grupos que incluyan a la familia, clases para padres, vida humana, salud, Escuela Sabática en las casas, etc.[9]
Siempre es necesario recordar que los GPs tienen como objetivo principal salvar personas. Sobre todo, redimir a los seres humanos que no conocer a Cristo. Hechos 2:47 es claro cuando revela que “el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos”. La palabra que siempre se debe pronunciar en los hogares, a parte de “Cristo”, es “misión”.

(3) Promover el discipulado y el desenvolvimiento de los dones de cada creyente

Otra de las razones de la existencia de los GPs es desarrollar el discipulado en cada creyente (involucraba motivar, entrenar y equipar). Para ello, se necesita: (1) el uso de las habilidades, los talentos y los dones de cada miembro para la edificación tanto del GP como de la iglesia en general[10] y (2) educar en todo sentido tanto a las familias como a cada uno de los miembros. Según Arilton de Oliveira, “El trabajo en grupos pequeños enfatiza el sacerdocio de todos los creyentes, promoviendo que cada miembro de tal grupo pueda desarrollar la tarea que Dios ha dado”.[11] En el Bellevue Baptist Church correctamente se declara:

Los grupos pequeños son la espina dorsal de nuestra iglesia porque allí es donde cada miembro tiene el potencial de desarrollarse en un cristiano maduro. En el grupo pequeño las personas se encuentran con un ambiente más íntimo donde pueden compartir más cómodamente con los otros miembros del grupo y de esta manera se hacen relaciones de amistad más fuertes y duraderas.[12]

(4) Promover la familiaridad entre los creyentes

Promover la familiaridad entre los creyentes es otro de los objetivos de un GP. Como  actualmente existen las famosas megas iglesias, reunirse en GPs es lo más recomendable para que exista una mejor familiaridad. Penosamente, hoy en día muchos de nuestros hermanos no se conocen entre sí, fomentando la desunión y una actitud pasiva en el cumplimiento de la misión.
Por medio de los GPs, cada feligrés tendrá más cariño y aprecio hacia sus hermanos. Conocerán sus debilidades y fortalezas. Se ayudarán a suplir sus necesidades. Tendrán momentos de recreación y reflexión. Se conocerán mejor los unos a los otros (por ejemplo: los nombres, la dirección, los hijos [as], el trabajo, etc.). Como el número de asistentes a un GP es menor que al de un templo, unir lazos fraternales es más fácil y provee mejores resultados. Para Wagne Mesquita, “Las actividades de naturaleza social y conmemorativas proporcionan lazos de amor fraternal que mantienen el grupo unido y amoroso”.[13] El mismo versículo 46 capítulo 2 de Hechos revela el resultado principal: “comían juntos con alegría y sencillez de corazón” (la cursiva es para énfasis).
Estoy seguro que las personas que conocían mejor al Señor Jesucristo, durante su ministerio terrenal, fueron sus apóstoles, especialmente: Santiago, Juan y Pedro. ¿Por qué? Por la familiaridad espiritual que mantenían.

(5) Suplir las necesidades personales

Otro de los objetivos de los GPs es suplir las necesidades tanto físicas como psicológicas de cada creyente. En la iglesia primitiva, la interdependencia cumplía un papel preponderante.[14] Ellos estaban “juntos” y tenían “todas las cosas en común”. Vendían sus bienes y los “compartían con todos”, según “la necesidad de cada uno”. En los GPs nadie velaba por sí mismo, el propósito era promover y practicar el servicio a los demás. El concepto de hermanos se aplicaba muy bien en cada casa, a tal punto, que se formaba un nuevo hogar.
Es importante reconocer que en la iglesia todos tienen necesidades. Por ejemplo, algunos necesitan de nuestras oraciones, otros de algún apoyo económico, algunos de ayuda emocional, etc. Sobre todo, y esta es la más urgente necesidad, muchos necesitan de Cristo. Aunque parezca mentira, muchos de nuestros hermanos no se están relacionando con Dios todos los días. Por esta razón, el GP está para sostenerse espiritualmente. Para ello, es relevante la confianza. Cuando existe familiaridad en un grupo, habrá más confianza en sus integrantes en expresar sus necesidades.
Es importante comprender que un GP no es simplemente un conjunto de personas, sino que es una familia. En este contexto, son significativas la humildad y la sencillez de corazón (v. 46). Solamente el amor sincero de una persona, sin egoísmo, puede ponerse en el lugar de otros y ayudar.

Son necesarios

Muchos estudios, como el de Peter Wagner, han demostrado que los GPs son aliados poderosos para plantar nuevas iglesias.[15] Sin ellos, el crecimiento cuantitativo sería únicamente biológico. La formación de GPs es relevante para la conservación y el evangelismo de la iglesia.
Por estas razones, Elena de White escribió:

La formación de pequeños grupos como base del esfuerzo cristiano me ha sido presentada por Uno que no puede errar. Si hay muchos miembros en la iglesia, organícense en pequeños grupos para trabajar no sólo por los miembros de la iglesia, sino en favor de los incrédulos. Si en algún lugar hay solamente dos o tres que conocen la verdad, organícense en un grupo de obreros.[16]

Predicad menos y educad más, dirigiendo estudios bíblicos y orando con las familias y los grupos pequeños.[17]

La presentación de Cristo en la familia, en el hogar o en pequeñas reuniones en casas particulares gana a menudo más almas para Jesús que los sermones predicados al aire libre, a la muchedumbre agitada, o aun en salones o capillas.[18]





[1]Elena White entendía que la creación de GPs es de idea divina y, como tal, ha de acertar y dar resultados (Servicio cristiano [Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995], 92). 
[2]Un breve estudio sobre el pensamiento de Elena de White sobre los GPs está en Daniel Rode, “Un testimonio inspirado”, Revista del anciano, octubre-diciembre, 2009, 25-6; Daniel Oscar Plenc, “Los grupos pequeños”, Revista adventista, junio, 2003, 18. Según Plenc, Elena de White percibía que los GPs están, básicamente, para: el servicio misionero, el estudio de la Biblia y la oración, y estrechar lazos de unidad y amor.
[3]Para un desarrollo histórico de los GPs, véase Emilio Abdala, “La historia de los grupos pequeños”, Ministerio adventista, marzo-abril, 2009, 30-3; Rode, “Un testimonio inspirado”,  25-6.
[4]Según Jolivê Chaves, la preocupación del Señor Jesús no era las multitudes, sino las personas (los apóstoles) a quienes las multitudes seguirán después de su partida. Por esta razón, él dedicó mucho tiempo a su grupo pequeño. Según Chaves, “Sus integrantes seguirán su método de conquistar a otros para Dios” (“Grupo pequeño, prototipo”, Revista del anciano, octubre-diciembre, 2009, 22).
[5]La asistencia al templo en Jerusalén, aun en los inicios de iglesia apostólica, era diaria.
[6]La asistencia a las sinagogas era, por lo general, cada sábado. Sin embargo, se podía acudir en momentos especiales durante la semana.
[7]Asociación General de la Iglesia Adventista del  7º día, Manual de la iglesia, trad. Roberto Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,  2010), 38.
[8]Jolivê Chaves, “Pequenos Grupos, Tempos Favoráveis!”, en Pequenos Grupos: Teoria e prática (Brasilia: Casa Publicadora Brasileira, 2007), 33. En adelante GTP.
[9]Francisco Quinteros, La iglesia en tu casa (Lima: Producciones José Wolff, 1988, 24).
[10]Daniel Rode cree que una de las razones principales para que una iglesia crezca, a parte de las nueve que él propone, es la funcionalidad y fortalecimiento de las células/grupos pequeños (“¿Por qué algunas iglesias crecen y otras no?”, Diálogo 13, no. 1 [2001]: 12-4). Rubén Montero concluye en lo mismo (“Una iglesia que crece”, Ministerio adventista, marzo-abril, 2004, 22-3).
[11]Arilton de Oliveira, “Pequeno Grupo não é Programa da Igreja; é o Estilo de Vida Ideal do Cristão Moderno”, GTP, 68. Desde esta perspectiva, los GPs también tienen como finalidad el cumplimiento de la misión; para ello, la preparación era preponderante.
[12]Bellevue Baptist Church, “Grupos pequeños”, Tu familia cristiana, http://www.iglesia bellavista.org/ grupos_peque_os (consultado: 20 de diciembre, 2009).
[13]Wagne Mesquita, “Elementos Imutáveis e Flexíveis para um PG Saudável”, GTP, 85.
[14]Raoul Dederen, “La doctrina de la iglesia”, en Teología: fundamentos bíblicos de nuestra fe, ed. Raoul Dederen (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2007), 5:214-5.
[15]Peter Wagner, Estratégias para o Crescimento da Igreja (São Paulo: Editora Sepal, 1991), 182; citado en, Chaves, “Pequenos Grupos, Tempos Favoráveis!”, GTP, 31-2.
[16]Elena de White, Testimonies for the Church (Mountain View, CA: Pacific Press Publishing, 1948), 7:21-2.
[17]Elena de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,  1995), 201.
[18]Ibíd.

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