Grupos pequeños: Aspectos básicos
Oscar Mendoza Orbegoso
El Grupo
Pequeño,[1] como idea divina,[2] es un conjunto de creyentes que se reúnen cada
semana en casas para ayudarse mutuamente en el crecimiento espiritual y en el
cumplimiento de la misión. Estos tuvieron sus inicios principalmente con Cristo
como líder y sus doce apóstoles (Jn 1:35-39, 41-42, 44-51); fue él quien formó
el primer GP en la historia del
cristianismo.[3] Después de su ascensión, la iglesia primitiva tomó como modelo el
GP de Cristo, para luego formar
nuevos grupos.[4] Esto se corrobora en el texto principal de la Teología de los GPs:
Y se dedicaban continuamente a
las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la
oración […] Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas
en común; vendían todas sus propiedades y sus bienes, y los compartían con
todos, según la necesidad de cada uno. Día tras día continuaban unánimes en el
templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez
de corazón, alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos (Hch 2:42-47).
Esta clase de reuniones era común en la
iglesia primitiva. Por más que ellos continuaban frecuentando tanto en el
templo diariamente[5] como en la sinagoga ocasionalmente,[6] las reuniones en casas
eran vitales para el fortalecimiento y el crecimiento de esta iglesia naciente.
El Manual
de la Iglesia Adventista (ed. 2010) plantea elaborar GPs en los hogares bajo el título de “Grupos de estudio de la
Biblia”, cuyos objetivos son animar a los miembros de iglesia en el estudio de
la Escritura y la comunión con Dios, y alcanzar a personas no creyentes quienes
no podrían sentirse cómodas en un ambiente estructural eclesiástico, pero muy a
gusto en una atmósfera tranquila y hogareña. [7]
Las razones para optar este nuevo estilo de
vida (la reunión en casas), se perciben en los objetivos de los GPs que presenta el libro de Hechos. Por
lo menos se proponen cinco:
(1)
La preservación y la salvación de los hijos de Dios (2:46-47; 5:42; 12:12;
16:40).
(2)
Motivar al cumplimiento de la misión (2:47; 5:42).
(3)
Promover el discipulado y el desenvolvimiento de los dones y talentos de cada
creyente (5:42; 20:20).
(4)
Promover la familiaridad entre los creyentes (2:41, 45).
(5)
Satisfacer las necesidades personales (2:44-45).
Se desarrollarán brevemente cada uno de ellos.
(1) La preservación y la salvación de los hijos de Dios
El propósito principal de los GPs es salvífico, más que fraternal. Si
bien es cierto en cada uno de ellos se suplían las necesidades tanto
psicológicas como físicas, la prioridad era velar por la salvación de los hijos
de Dios y de los futuros creyentes. Ellos no solo se reunían para comer y
confraternizar, ellos “alababan a Dios”, abrían las Escrituras y “añadían cada
día […] los que iban a ser salvos”
(la cursiva es para énfasis). Los GPs
siempre han sido uno de los instrumentos de salvación más poderosos por el cual
el Señor ha estado cumpliendo su misión. Sin lugar a dudas, los GPs son un puente misionero para la
ganancia de las personas para Cristo, para la conservación de las mismas y para
presentar, vívidamente, un nuevo estilo de vida en Cristo (el reino de los
cielos). Según Jolivê Chaves, “Los GPs desempeñan un papel importante en la
reforma y en el reavivamiento que la Iglesia necesita en su preparación para el
regreso de Jesús”. [8]
(2) Motivar al cumplimiento de la misión
Uno de los objetivos más importantes de los GPs es el cumplimiento de la misión a
“toda nación, tribu y lengua” (Ap 14:7). A diferencia de las campañas en carpas
o en las megas iglesias, por medio de los GPs
el evangelio puede llegar a lugares de difícil acceso.
En el templo, con una gran cantidad de
hermanos, es muy difícil motivar y recibir una respuesta positiva con relación a
la predicación del evangelio. Sin embargo, el mejor lugar para promover e
involucrar a los miembros de iglesia en el evangelismo es en una casa, en un GP. Según Francisco Quintero, estos
constituyen una fuerza misionera en la iglesia, ampliando su campo de trabajo
al interesarse en grupos que incluyan a la familia, clases para padres, vida
humana, salud, Escuela Sabática en las casas, etc. [9]
Siempre es necesario recordar que los GPs tienen como objetivo principal
salvar personas. Sobre todo, redimir a los seres humanos que no conocer a
Cristo. Hechos 2:47 es claro cuando revela que “el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos”. La palabra que siempre se debe
pronunciar en los hogares, a parte de “Cristo”, es “misión”.
(3) Promover el discipulado y el desenvolvimiento de los dones de cada
creyente
Otra de las razones de la existencia de los GPs es desarrollar el discipulado en
cada creyente (involucraba motivar, entrenar y equipar). Para ello, se necesita:
(1) el uso de las habilidades, los talentos y los dones de cada miembro para la
edificación tanto del GP como de la
iglesia en general[10] y (2) educar en todo sentido tanto a las familias como a cada
uno de los miembros. Según Arilton de Oliveira, “El trabajo en grupos pequeños
enfatiza el sacerdocio de todos los creyentes, promoviendo que cada miembro de
tal grupo pueda desarrollar la tarea que Dios ha dado”.[11] En el Bellevue Baptist Church correctamente se declara:
Los
grupos pequeños son la espina dorsal de nuestra iglesia porque allí es donde
cada miembro tiene el potencial de desarrollarse en un cristiano maduro. En el
grupo pequeño las personas se encuentran con un ambiente más íntimo donde
pueden compartir más cómodamente con los otros miembros del grupo y de esta
manera se hacen relaciones de amistad más fuertes y duraderas. [12]
(4) Promover la familiaridad entre los creyentes
Promover la familiaridad entre los creyentes
es otro de los objetivos de un GP.
Como actualmente existen las famosas
megas iglesias, reunirse en GPs es lo
más recomendable para que exista una mejor familiaridad. Penosamente, hoy en
día muchos de nuestros hermanos no se
conocen entre sí, fomentando la desunión y una actitud pasiva en el
cumplimiento de la misión.
Por medio de los GPs, cada feligrés tendrá más cariño y aprecio hacia sus hermanos.
Conocerán sus debilidades y fortalezas. Se ayudarán a suplir sus necesidades. Tendrán
momentos de recreación y reflexión. Se conocerán mejor los unos a los otros (por
ejemplo: los nombres, la dirección, los hijos [as], el trabajo, etc.). Como el
número de asistentes a un GP es menor
que al de un templo, unir lazos fraternales es más fácil y provee mejores
resultados. Para Wagne Mesquita, “Las actividades de naturaleza social y
conmemorativas proporcionan lazos de amor fraternal que mantienen el grupo
unido y amoroso”.[13] El mismo versículo 46 capítulo 2 de Hechos revela el
resultado principal: “comían juntos con alegría y sencillez de corazón” (la cursiva es para énfasis).
Estoy seguro que las personas que conocían mejor
al Señor Jesucristo, durante su ministerio terrenal, fueron sus apóstoles,
especialmente: Santiago, Juan y Pedro. ¿Por qué? Por la familiaridad espiritual
que mantenían.
(5) Suplir las necesidades personales
Otro de los objetivos de los GPs es suplir las necesidades tanto
físicas como psicológicas de cada creyente. En la iglesia primitiva, la
interdependencia cumplía un papel preponderante.[14] Ellos estaban “juntos” y
tenían “todas las cosas en común”. Vendían sus bienes y los “compartían con todos”,
según “la necesidad de cada uno”. En los GPs
nadie velaba por sí mismo, el propósito era promover y practicar el servicio a
los demás. El concepto de hermanos se
aplicaba muy bien en cada casa, a tal
punto, que se formaba un nuevo hogar.
Es importante reconocer que en la iglesia
todos tienen necesidades. Por ejemplo, algunos necesitan de nuestras oraciones,
otros de algún apoyo económico, algunos de ayuda emocional, etc. Sobre todo, y
esta es la más urgente necesidad, muchos necesitan de Cristo. Aunque parezca
mentira, muchos de nuestros hermanos no se están relacionando con Dios todos
los días. Por esta razón, el GP está
para sostenerse espiritualmente. Para ello, es relevante la confianza. Cuando
existe familiaridad en un grupo, habrá más confianza en sus integrantes en
expresar sus necesidades.
Es importante comprender que un GP no es simplemente un conjunto de
personas, sino que es una familia. En este contexto, son significativas la
humildad y la sencillez de corazón (v. 46). Solamente el amor sincero de una
persona, sin egoísmo, puede ponerse en el lugar de otros y ayudar.
Son necesarios
Muchos estudios, como el de Peter Wagner, han
demostrado que los GPs son aliados
poderosos para plantar nuevas iglesias.[15] Sin ellos, el crecimiento cuantitativo
sería únicamente biológico. La formación de GPs
es relevante para la conservación y el evangelismo de la iglesia.
Por estas razones, Elena de White escribió:
La
formación de pequeños grupos como base del esfuerzo cristiano me ha sido
presentada por Uno que no puede errar. Si hay muchos miembros en la iglesia,
organícense en pequeños grupos para trabajar no sólo por los miembros de la
iglesia, sino en favor de los incrédulos. Si en algún lugar hay solamente dos o
tres que conocen la verdad, organícense en un grupo de obreros. [16]
Predicad
menos y educad más, dirigiendo estudios bíblicos y orando con las familias y
los grupos pequeños. [17]
La
presentación de Cristo en la familia, en el hogar o en pequeñas reuniones en
casas particulares gana a menudo más almas para Jesús que los sermones
predicados al aire libre, a la muchedumbre agitada, o aun en salones o
capillas. [18]
[1]Elena White entendía que la creación de GPs es de idea divina y, como tal, ha de acertar y dar resultados (Servicio cristiano [Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995], 92).
[2]Un breve estudio sobre el pensamiento de Elena de White sobre los GPs está en Daniel Rode, “Un testimonio
inspirado”, Revista del anciano,
octubre-diciembre, 2009, 25-6; Daniel Oscar Plenc, “Los grupos pequeños”, Revista adventista, junio, 2003, 18.
Según Plenc, Elena de White percibía que los GPs están, básicamente, para: el servicio misionero, el estudio de
la Biblia y la oración, y estrechar lazos de unidad y amor.
[3]Para un desarrollo histórico de los GPs,
véase Emilio Abdala, “La historia de los grupos pequeños”, Ministerio adventista, marzo-abril, 2009, 30-3; Rode, “Un
testimonio inspirado”, 25-6.
[4]Según Jolivê Chaves, la preocupación del Señor Jesús no era las multitudes,
sino las personas (los apóstoles) a quienes las multitudes seguirán después de
su partida. Por esta razón, él dedicó mucho tiempo a su grupo pequeño. Según
Chaves, “Sus integrantes seguirán su método de conquistar a otros para Dios”
(“Grupo pequeño, prototipo”, Revista del
anciano, octubre-diciembre, 2009, 22).
[5]La asistencia al templo en Jerusalén, aun en los inicios de iglesia
apostólica, era diaria.
[6]La asistencia a las sinagogas era, por lo general, cada sábado. Sin
embargo, se podía acudir en momentos especiales durante la semana.
[7]Asociación General de la Iglesia Adventista del 7º día, Manual
de la iglesia, trad. Roberto Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2010), 38.
[8]Jolivê Chaves, “Pequenos Grupos,
Tempos Favoráveis!”, en Pequenos Grupos:
Teoria e prática (Brasilia: Casa Publicadora Brasileira, 2007), 33. En adelante GTP.
[9]Francisco Quinteros, La iglesia
en tu casa (Lima: Producciones José Wolff, 1988, 24).
[10]Daniel Rode cree que una de las razones principales para que una
iglesia crezca, a parte de las nueve que él propone, es la funcionalidad y
fortalecimiento de las células/grupos pequeños (“¿Por qué
algunas iglesias crecen y otras no?”, Diálogo 13, no. 1
[2001]: 12-4). Rubén Montero concluye en lo mismo (“Una iglesia que crece”, Ministerio adventista, marzo-abril,
2004, 22-3).
[11]Arilton de Oliveira, “Pequeno Grupo não
é Programa da Igreja; é o Estilo de Vida Ideal do Cristão Moderno”, GTP, 68. Desde esta
perspectiva, los GPs también tienen
como finalidad el cumplimiento de la misión; para ello, la preparación era preponderante.
[12]Bellevue Baptist Church, “Grupos pequeños”, Tu familia cristiana, http://www.iglesia
bellavista.org/
grupos_peque_os (consultado: 20 de diciembre, 2009).
[13]Wagne Mesquita, “Elementos Imutáveis
e Flexíveis para um PG Saudável”, GTP,
85.
[14]Raoul Dederen, “La doctrina de la iglesia”, en Teología: fundamentos bíblicos de nuestra fe, ed. Raoul Dederen
(Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2007), 5:214-5.
[15]Peter Wagner, Estratégias para o Crescimento da Igreja (São Paulo: Editora Sepal,
1991), 182; citado en, Chaves, “Pequenos Grupos, Tempos Favoráveis!”, GTP, 31-2.
[16]Elena de White, Testimonies for the Church
(Mountain View, CA: Pacific Press Publishing, 1948), 7:21-2.
[17]Elena de White, Obreros
evangélicos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995), 201.
[18]Ibíd.
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