La Ordenación de la Mujer y la Importancia
de las Presuposiciones
para Interpretar la Biblia
para Interpretar la Biblia
Oscar
Mendoza Orbegoso
Leo y escucho a varias personas mencionar
que no debemos citar Gálatas 3:28 para soportar la Ordenación de la Mujer (OM). Según
ellos, Pablo trata sobre la salvación, y este no tiene nada que ver
con el diario vivir de la iglesia. Sin embargo, necesitamos, desde el punto de
la Teología Sistemática, reconocer que Gálatas 3:28 guarda relación con la
salvación y con la iglesia. Para ello, primero trataré, brevemente, lo que es
Teología sistemática y su relación con la Teología bíblica. Luego, hablaré
sobre las presuposiciones del intérprete. Finalmente, presentaré algunos
ejemplos.
Existen, entre otras, dos áreas en la Teología: (1) bíblica y (2) sistemática. Por un lado, la T. Bíblica se
encarga de analizar el texto en particular, usando la Exégesis bíblica como
recurso. Por otro lado, la T. Sistemática se encarga de analizar no solo un
texto, sino muchos textos (respetando su contexto literario). Trata de
organizar una cantidad de textos bíblicos para dar a conocer una verdad. Por
ejemplo: la T. bíblica se encarga de analizar exegéticamente Génesis 1:1, para
dar a conocer que Dios es el Creador. En cambio, la T. sistemática agrupa
varios textos para dar a conocer la verdad bíblica (considerada por muchos como
"doctrina"), en este caso, la creación. Mientras la T. bíblica
analiza Gn 1:1, la sistemática agrupa varios textos: Génesis 1-2; Éxodo
20:8-11; Juan 1:1-3; Apocalipsis 14:7; etc.
Particularmente, yo prefiero usar
ambas. Si se las usa correctamente, creo que las dos se complementan. Sin
embargo, hay algunos que no aplican bien ambas áreas y terminan con
interpretaciones erradas. Por ejemplo, hay eruditos evangélicos que usan la
exégesis; pero, se quedan solo con el hebreo y griego y terminan diciendo que
la semana 70 de Daniel 9 se cumplirá en el futuro. Esto es un error. Por eso,
no solo necesito analizar el texto, sino organizarlo con otros textos que
están en la Escritura y extraer una verdad.
Aquí resalto la importancia de las
“presuposiciones bíblicas”. Yo creo que nosotros, como adventistas, debemos comprender
la Biblia con presuposiciones bíblicas, siendo la Escritura la única fuente de
interpretación. Si yo tengo presuposiciones extra bíblicas, voy a desvirtuar el
mensaje que Dios me da en su Palabra. Debemos tener presuposiciones bíblicas
para, luego, analizar exegéticamente el texto bíblico (aunque, valgan verdades,
el hacer exégeis nos ayuda [me refiero a “sumar/aumentar”] a tener
presuposiciones bíblicas). Me haré entender mejor con el siguiente ejemplo.
Si yo analizo sistemáticamente la
Biblia, extraeré una conclusión: EL SÁBADO ES EL DÍA DE REPOSO. Esto me ayudará
a analizar exegéticamente Apocalipsis 1:10. Por supuesto, concluiré que por el
momento y lugar (contexto), Juan se estaba refiriendo al sábado y no al domingo
(tampoco a la segunda venida, como algunos han considerado).
Aquí juega un papel muy importante
las PRESUPOSICIONES DEL INTÉRPRETE (en Teología Sistemática, esto se llama Macro hermenéutica). Creo que no solo se
debe analizar el (los) texto (s) bíblico (s), sino también las presuposiciones
del intérprete. Uno puede hacer exégesis bíblica, pero, primero “debe hacer
exégesis de lo que tiene en la cabeza”. Si yo tengo presuposiciones
evolucionistas, posiblemente, terminaré diciendo que en Génesis 1 hay evolución, lo cual está
mal. Si yo tengo ideas homosexuales, probablemente, terminaré concluyendo que David y Jonatán
eran homosexuales, porque en el Antiguo Testamento se señala que ambos se
“amaban” (de hecho, esta idea es errada; en sí, era un amor fraternal). El
Antiguo y Nuevo Testamentos condenan el homosexualismo.
Por eso, el hecho que alguien haga
una exégesis no garantiza que su interpretación (teología) esté bien. La
Teología, como resultado de la Exégesis, no debe permitirme contradecir el
resto de la Escritura.
Por esta razón, debemos partir de
una presuposición al tratar Gálatas 3:28: LA SALVACIÓN EN CRISTO INFLUYE EN EL
ESTILO DE VIDA DEL CREYENTE.
Con esta presuposición, que está
arraigada en toda la Biblia, ejemplo 2 Corintios 5:17, yo debo entender lo que
dice Pablo en Gálatas 3:28. Al final, terminaré concluyendo que (1) la
salvación en Cristo influye en todo mi estilo de vida, (2) la manera de cómo me
relaciono y vivo en la iglesia forma parte de mi estilo de vida cristiano, (3)
como ahora soy un cristiano ya salvo, en mi diario vivir no debe haber
desigualdad y, de esta manera (4) debo fomentar en la iglesia de que no hay
“judío ni griego”, “esclavo ni libre”, “varón y mujer”. Todos somos uno e
iguales en Cristo (¡incluyendo los casados!).
En conclusión, no podemos decir que
Gálatas 3:28 no se vincula con el “vivir en iglesia”. Queramos o no aceptarlo,
existe relación.
Para terminar, quisiera proveer dos
ejemplos más.
(1) Con presuposiciones extra
bíblicas, sacados de la cultura, algunos han dicho que Dios determinó, en su
sabiduría, que únicamente la mujer se someta al varón. Uno de los textos que
usan para apoyar su idea es Génesis 3:16-19. El problema es que la Escritura
señala que el responsable del mal es Satanás, y no Dios (1 Jn 3; Ap 12; Jer
29:11). Quien puso las espinas, creó el sufrimiento y la muerte fue el diablo,
no Dios. Si decimos que fue la Palabra de Dios quien determinó, en Gn 3, que la
mujer se sujetara al varón; entonces, por el contexto, debemos decir que Dios
creó las espinas, el sufrimiento y la muerte. Todo viene en un mismo paquete. Esto,
por supuesto, va en contra del carácter de Dios. De esta manera, como Dios no
creó el sufrimiento ni la muerte, entonces, él no creó la sujeción de la mujer
al varón. En Génesis 3, tal sujeción es producto del pecado, al igual que el
sufrimiento y la muerte.
Entonces ¿Por qué varios señalan que
tal sujeción, en Génesis 3, es “Palabra de Dios”? Una vez más, por las presuposiciones.
No quiero detenerme en esto; pero, mientras varios tengan presuposiciones
machistas, con el fin de desvalorizar a la mujer, siempre usarán textos para
mal interpretarlos; sin darse cuenta que son sus presuposiciones los que están
interpretando la Escritura, y no la Escritura misma.
(2) Seré breve aquí. Un ejemplo, ya
conocido, es la interpretación de Números 16. Según algunos, como Esteban Bohr, la rebelión de
Coré es semejante a la rebelión de “ordenar mujeres”. Para ellos, hay un fuerte
paralelismo entre Coré y la OM. Sin embargo, ¿Qué tiene que ver la OM con
Números 16? ¿En Números 16 se registra a mujeres queriendo ser sacerdotisas?
Mientras en Números 16 hay varones rebelándose contra Dios; actualmente, no hay
mujeres rebelándose en pro de la ordenación. Por una parte, en Números vemos
que Coré y sus amigos no pueden ser sacerdotes por razones de descendencia; por
otra parte, en cuestión de la OM no hay descendencia, sino solo sexo. A ellas
no se les quiere ordenar solo por ser “ellas”, no por ser “hijas de”. Asimismo,
la rebeldía de Coré demuestra un desafío para la comprensión del plan de
salvación en el Antiguo Testamento. El sacerdocio aarónico era un tipo que,
valga la redundancia, prefiguraba a Cristo; en cambio, la ordenación de
pastores, ¿A qué prefigura, a Cristo? ¿El ministerio pastoral es el
cumplimiento tipológico del Antiguo Testamento? La Ordenación de la Mujer tiene
que ver con pastorado, uno de los
dones que todo miembro de iglesia puede tener, sin dejar de lado la obra del
Espíritu Santo; sin embargo, lo de Coré tiene que ver con el sacerdocio, que no todo miembro del
pueblo podía acceder. Por
esto y más, no existe relación entre el caso “Coré” y la Ordenación de la
Mujer.
Entonces ¿Por qué algunos se basan a
este capítulo? ¿Serán, probablemente, las presuposiciones machistas las responsables? Una vez más, mientras las ideas machistas, en el tema de la OM, dirija el pensamiento de
muchos, utilizarán cualquier texto bíblico para malinterpretarlo.
Reflexionemos. Sin darnos cuenta,
quizá, son nuestras presuposiciones extra bíblicas las que están interpretando
la Escritura, y no permitimos que la Escritura se interprete a sí misma.
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