Fernando Canale propone deconstruir la Teología cristiana. La razón es que la Teología cristiana se ha venido fundamento sobre la Filosofía griega clásica, tomando un pensamiento atemporal acerca de Dios. Esto ha influido en la Tradición cristiana y en la comprensión de la Escritura.
28 may 2013
Deconstrucción y Teología. Fernando Canale
Posted by Unknown | 16:45 | Construcción, Deconstrucción, Macro hermenéutica, Teología, Tradición cristiana
Completando la Teología Adventista- Parte II. Fernando Canale
Posted by Unknown | 10:13 | Hermenéutica bíblica, Macro hermenéutica, Teología Adventista, Teología Sistemática
Éste es el segundo de una serie de dos artículos en los que se propone que la Iglesia Adventista del Séptimo Día debiera completar la revolución teológica iniciada por sus pioneros en el siglo XIX. Se considera el origen histórico del proyecto teológico Adventista, su base bíblica y sus fundamentos hermenéuticos. Se argumenta que debido a que los pioneros nunca lo completaron, al principio del siglo XXI la iglesia debe completarlo al nivel erudito de investigación universitaria y al nivel práctico del ministerio y misión de las iglesias locales. Se consideran algunos de los pro-blemas logísticos que impiden el desarrollo erudito y ministerial del proyecto teológico adventista y se sugieren algunas soluciones. Finalmente, el autor esboza brevemente la tarea teológica a rea-lizar. Este proyecto debe proveer el pensamiento bíblico para una teología de la vida y acción de la iglesia. De esta manera se alcanzará la unidad de la iglesia condición necesaria para cumplir la misión escatológica final.
Completanto la Teología Adventista- Parte I. Fernando Canale
Posted by Unknown | 10:00 | Hermenéutica bíblica, Macro hermenéutica, Teología Adventista., Teología Sistemática
Éste es el primero de dos artículos en los que se propone que la Iglesia Adventista del Séptimo Día debiera completar la revolución teológica iniciada por sus pioneros en el siglo XIX. También, que las generaciones posteriores de adventistas han descuidado la tarea de continuar el crecimiento teológico indispensable para la unidad y la misión global de la iglesia adventista. Debido al descuido del proyecto teológico inicial y a la intrusión de ideas tomadas de la tradición evangélica, la teología adventista se encuentra actualmente en un estado de fragmentación y carente de un crecimiento saludable y consecuente. Sus disciplinas teológicas están desconectadas entre sí, incluso de la vida y de la misión de la iglesia. Los adventistas actuales necesitan urgentemente completar el proyecto teológico de los pioneros para salvaguardar la unidad y la misión de la iglesia adventista.
27 may 2013
En este artículo, el autor presenta continúa tratando la visión profética de la Educación Adventista.
La Educación Adventista y la Visión Apocalíptica- Parte I. George Knight
Posted by Unknown | 16:43 | Daniel y Apocalipsis, Educación adventista, Elena de White, Iglesia Adventista del Séptimo Día, Visión apocalíptica
En el siguiente artículo, el autor presenta la visión profética de la Educación Adventista. Fiel a su estilo, el Dr. Knight demuestra cómo nuestro Sistema educativo ha estado perdiendo su relevancia.
14 may 2013
El sellamiento y el fuerte pregón
Michael
Orellana Méndez
Introducción
¿Se puede descubrir lo que significa el sello de Dios en Apocalipsis
7? Es un desafío muy grande y requiere la máxima atención a las diversas
porciones de las Escrituras que guardan relación con este tema.
El
sellamiento
El sellamiento no es una figura totalmente nueva en las
Escrituras. Su verdad recorre el texto bíblico, desde el inicio hasta el final.
De hecho, se dice del mismo Abraham que éste fue sellado por la circuncisión (Ro
4:11).[1]
Por lo tanto, es necesario recordar lo que la Escritura enseña sobre el
sellamiento a lo largo de la historia de la salvación y de esa manera estar en
condiciones de interpretar correctamente lo que Apocalipsis intenta describir.
Justamente, antes del éxodo se necesitó una distinción
especial para el pueblo de Dios. Dentro de las especificaciones de la pascua se
le pidió al pueblo de Israel que pintara el dintel de sus puertas con la sangre
del Cordero (Éx 12:7). Esta señal sirvió para distinguir al israelita de quien
no lo era. Todo primogénito de la casa que no tenía esta marca simplemente
murió durante la noche de la décima plaga sobre Egipto. En este hecho, podemos
observar que el sellamiento tiene el propósito de distinguir al pueblo de Dios
justamente antes del castigo divino sobre los paganos.
Entre todas las imágenes relacionadas con el sellamiento
en el Antiguo Testamento, ninguna es tan cercana al Apocalipsis, tanto en género
como en contenido, como la visión que Ezequiel tiene acerca del escribano (Ez
9). Esta visión muestra que, justamente antes de la destrucción de Jerusalén,
un varón vestido de lino quien llevaba en su cintura un tintero de escribano
colocó una señal en la frente de los justos.[2] Esto
se hace nuevamente, para diferenciar al justo del injusto, y para que los
castigos no afecten igualmente a los dos.
Por otro lado, si estudiamos la palabra griega traducida por
sello (sfragis)[3]
descubriremos que todos sus usos en el Nuevo Testamento caen en la metonimia.
Es decir, esta palabra alude a otra con un significado fuera del literal. De
tal manera, que cuando el apóstol Pablo escribe “sello” lo hace para describir
realidades espirituales como la certificación, marcación y verificación del
verdadero cristianismo o incluso de su apostolado (1 Co 9:2; 2 Ti 2:19). Esto
rememora la costumbre de sellar los documentos antiguos con símbolos de la autoridad
del emisor. Esto se hacía para evitar suspicacias de todo tipo y, por lo cual,
las marcas inconfundibles eran vitales ¡Incluso la tumba de Jesucristo fue
sellada![4] A
través del sello se asegura la veracidad y origen de un documento. Además, este
sellamiento asegura la protección del objeto sellado, la inaccesibilidad a él y
su pertenencia.[5]
Este hecho es ilustrado ampliamente por los sellos encontrados en las
excavaciones arqueológicas en Asiria[6] y
en el propio Israel.[7]
Adicionalmente, el apóstol Pablo se refiere al
sellamiento en términos sacerdotales cuando lo equipara con la unción del
Espíritu Santo (2 Co 1:22; Ef 1:13; 4:30). De acuerdo con lo que él escribió, solamente
el Espíritu Santo puede producir este sello en la vida del creyente. La cita de
Pablo es simplemente una nueva presentación del ungimiento que era practicado
en el sistema sacerdotal del Antiguo Testamento. Dentro de este sistema, ningún
sacerdote podía ministrar sin recibir primeramente la unción (Lv 8:12; Éx 40:9-11).
Ni siquiera el santuario podía funcionar como tal sin ella (Éx 40:13-15). De
tal manera, el ungimiento llegó a ser la demarcación territorial de lo que le
pertenece a Dios y está consagrado a él. A fin de cuentas, sólo Dios puede
aprobar o desaprobar a quien quiere (Ro 9:16).
Sin embargo, existe un énfasis adicional dentro de las
profecías apocalípticas. Pues este sellamiento ocurre poco antes de que sean desatados
los vientos impetuosos del océano (Ap 7:1-4). En primer lugar, recordemos que
este sello lo tiene un ángel que sube desde donde nace el sol. Para la mayoría
de estudiosos, ésta es una referencia directa a Cristo.[8] En
segundo lugar, quienes reciben este sello son los miembros del célebre grupo de
los 144 000. Estos mismos aparecen nuevamente de pie sobre el monte Sión junto
al Cordero (Ap 14:1). Es evidente que para entonces se encuentran victoriosos y
gozosos de experimentar algo semejante a lo que Moisés experimentó cuando cruzó
el mar rojo (Ap 14:3; 15:3). Obviamente, su experiencia es aún mayor.
Una característica esencial de este grupo es que en sus
frentes estarán escritos los nombres del Cordero y de su Padre (Ap 14:1). Esto alude
exactamente lo que ocurría con el sumo sacerdote cuando llevaba las palabras
“santidad a Jehová” (heb. qodesh
laYehwah), escritas en una placa de oro sobre su mitra. De esta
manera, queda explicado aún más el sentido de este sello como un retrato de la impresión
del carácter Divino en la vida del hombre.[9] En
resumen, el sello es el trazado hecho por el Espíritu Santo en la vida del
creyente y que consiste en la santidad del carácter.[10]
Por otro lado, Apocalipsis coloca a los sellados en posición antagónica con los
que han recibido la marca de la bestia (Ap 15:3). Estos últimos también
recibieron una marca pero de confección enfáticamente humana (Ap 13:18).[11] Si
comparamos ambas cosas, el sello del capítulo siete de Apocalipsis tendría
además un carácter definidamente específico. El tal apuntaría a la santidad del
carácter, pero reflejada de un modo muy particular en el guardar del cuarto
mandamiento de la ley de Dios (Ez 20:20; Ex 20:8).[12]
Debido a que la señalización de los israelitas ocurrió
justamente antes de que el ángel destructor pasara por Egipto (Ex 12:13) y esto
mismo volvió a suceder en ocasión de la destrucción de Jerusalén (Ez 9:6), se puede
esperar que el sellamiento descrito en Apocalipsis 7 ocurrirá antes de las
plagas. Es necesario saber quién tiene el sello de Dios y quién tiene la marca
de la Bestia justo antes de la primera plaga (Ap 16:2). Este sellamiento, una
obra del Espíritu Santo, se está realizando a lo largo del mensaje de los tres
ángeles.[13]
Este evangelio eterno predicado por los tres ángeles
tiene un efecto creciente similar al de la semilla de mostaza (Mt 13:31-32).
Esta semilla, aunque pequeña, empieza a crecer mucho de manera imperceptible.
La misma realidad es graficada en Proverbios 4:18 cuando se afirma que “…la
senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el
día es perfecto”. Pues bien, el sellamiento sobre los hijos de Israel, el
remanente espiritual, se va acrecentando a tal punto que en los símbolos
apocalípticos se materializa el cumplimiento de las profecías clásicas
referentes a la restauración de Israel y de esa manera alcanzan su clímax en la
disposición de un Israel espiritual plenamente restaurado con sus doce tribus
completamente selladas.[14]
El sellamiento se realiza mientras el mensaje de los tres ángeles es proclamado
por todo el mundo, a cada tribu, lengua y nación. Cuando esto se termine, la
restauración plena del Israel espiritual estará lista y solo faltará la caída
de las plagas antes de entrar en la Canaán celestial para la posesión de las
promesas recibidas.
Cabe preguntar entonces. ¿Existe algo que podamos hacer
para recibir el sello de Dios? El mismo mensaje de los tres ángeles responde: “¡Temed
a Dios y dadle gloria! ¡Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra!” (Ap
14:7). El mensaje no podía ser más claro. La única manera de recibir ese
sellamiento es hacer la parte que nos toca, la cual está explícita en este
mensaje.
El fuerte pregón
El ángel que Juan ve no es totalmente diferente de los
otros que ya vio (Ap 18:1). La palabra “allon”, traducida como “otro”, significa “algo que es del mismo tipo que lo
anterior”.[15]
Es decir, el ángel de Apocalipsis 18 no es algo así como
un cuarto ángel o un ser totalmente diferente con un mensaje controvertidamente
distinto. En realidad, se trata del mismo mensaje del segundo ángel (14:8),
pero amplificado.[16]
Es muy importante distinguir esa semejanza para no construir la falsa teoría de
un nuevo remanente dentro del remanente.
Comparación entre el mensaje del segundo ángel con el otro ángel de Apocalipsis 18:1
|
|
Mensaje del
segundo ángel de Ap 14:8
|
Mensaje del ángel de Ap 18
|
¡Ha caído, ha
caído Babilonia!
|
¡Ha caído, ha caído
Babilonia!
¡Se ha hecho habitación de demonios!
¡Salid de ella, pueblo mío!
¡Sus pecados han llegado
hasta el cielo!
¡En una hora vino tu juicio!
¡En ella se halló la sangre
de los profetas y de los santos!
|
En la comparación de estos dos mensajes se puede percibir
la amplificación de su contenido. Los elementos adicionales se encuentran en el
contexto de juicio. Babilonia ha sido juzgada. Sus pecados han sido
descubiertos y el cielo está emitiendo sentencia. El mensaje de Apocalipsis 14
es intensificado en el capítulo 18. Entonces, lo que tenemos aquí no es un
cuarto ángel sino una explicación con más detalle del segundo.
Este aspecto es descrito por el hecho de que “la tierra
fue alumbrada con su gloria”. Esta iluminación es inherente a la misma gloria (do,xa) que puede ser traducida como “esplendor” o “brillo”.[17] Es
importante recordar que la iluminación de todo hombre fue siempre el propósito
del plan de salvación. Tal como lo expresa el evangelio de Juan: “Aquella luz
verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo” (Jn 1:9). Los
propósitos misioneros de Cristo se logran justamente cuando este ángel ilumina
el mundo entero con su luz. Esto no significa obviamente que todo el mundo
responda a su llamado. De hecho, lo hombres suelen rehuir la luz verdadera
porque aman más las tinieblas (Jn 3:19-20).
Es importante leer el capítulo 18 a la luz del capítulo 17.[18]
¿Por qué? Porque el proceso de la caída de Babilonia ocurre justamente en el
tiempo de la sexta cabeza de la bestia escarlata (Ap 17:10)[19] y
porque la destrucción de Babilonia (cap. 18) es la contraparte del triunfo del Cordero
(cap. 17).[20]
No es el propósito de este artículo discurrir la identificación de cada una de
estas cabezas; sin embargo, es esencial recordar que esta sexta cabeza señala
el tiempo cuando justamente no está en acción el poder pleno de la Bestia. El
mismo apóstol lo afirma al escribir que “La bestia que has visto, era, y no es
y está para subir del abismo” (Ap 17:8). El único contexto posible lo
encontramos en el capítulo 13 cuando la bestia empieza a sanar de su herida
mortal. Esto es lo que ocurrirá cuando la Bestia esté por generar una
resurrección de su poder en su propia imagen. Es entonces cuando se cumplirá plenamente
la iluminación del mundo por parte de este poderoso ángel (Ap 18:1). Dicho en
términos más sencillos, cuando el papado esté a punto de recuperar su posesión
de poder total a través de las iglesias protestantes apóstatas, entonces
ocurrirá el fuerte pregón que inundará la tierra del conocimiento de Dios tal
como las aguas cubren el mar (Hab 2:14).
Conclusión
El sellamiento es la impresión del carácter divino en el remanente
que aún queda y que sólo el Espíritu Santo puede realizar. Este sellamiento se
realiza a lo largo del mensaje de los tres ángeles, pero de una manera
muchísimo más notoria al inicio del fuerte pregón, cuando los que reciban el
sello de Dios tendrán pleno poder para terminar la predicación del evangelio.[21] El
aspecto visible de esta inscripción es el guardar el sábado como cuarto
mandamiento de la ley divina. La obediencia a esta ley diferencia
automáticamente a los sellados por Dios de los esclavos de la Babilonia
Mística. Queda al remanente fiel seguir divulgando su mensaje y obedecer para
disfrutar de las bendiciones que implica estar sellado por el Espíritu Santo.
Publicado en la Revista de Teología Estrategias 6, no. 2 (2009): 87-94.
[2]Estos justos son descritos como
israelitas que claman por todas las abominaciones que se cometían en Jerusalén
(Ez 9:4). Esta visión no tiene referencias a un futuro escatológico. Sin
embargo, su naturaleza es muy similar a la contenida en Apocalipsis 7. Para
comentarios adicionales ver Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista
del séptimo día, trads. Ampuero Matta y Nancy Vhymeister (Miami: Publicaciones
Interamericanas, 1990), 4:637.
[3]Timothy Friberg, Bárbara Friberg y
Neva F. Miller, “σφραγίς”, Analytical Lexicon of the Greek New Testament, CD-ROM, Biblioteca Digital
Libronix 3.0c (Grand Rapids: Baker Books, 2000). En adelante ALGNT.
[6]Pauline Albenda, “Of Gods, Men and
Monsters on Assyrian Seals”, Biblical Archaeologist 41, no 1-4 (1997): 15-20.
[7]El sello de esta ilustración contiene
las palabras “Perteneciente a Shema… sirviente de Jeroboam”. Este Jeroboam es, probablemente,
Jeroboam I quien gobernó justamente después de la división del reino del norte
y el reino del sur. De ser así, la figura del león representaba tanto a Israel como
a Judá. Associates for
Biblical Research, “Our Cover”, Bible and Spade 1, no 1 (1972): 2.
[8]Hans K. La Rondelle, Las profecías del fin (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,
1999), 157.
[9]Siempre fue el propósito de la Deidad
que el hombre llevase en sí mismo su propia imagen. Las palabras hebreas
“imagen” (~l,c), y “figura”(tWmD>) de Génesis 1:26 hacen hincapié en esto.
[10]Carlos A. Steger, “O que significa
`Viver sem intercessor”, en O Futuro: A visão adventista dos últimos
acontecimentos, Alberto R. Timm, Amin A. Rodor y Vanderlei Dorneles, eds. (Sao Paulo:
Casa Publicadora Brasileira, 2004), 208. En adelante OF.
[11]El mismo Apocalipsis aclara que el
número es de hombre y que se repite tres veces. La repetición triple no es otra
cosa sino una burlesca imitación del trisagio del libro de Isaías (Is 6:3). En
concordancia con esto, el mismo apóstol Pablo identifica a la entidad emisora
de este falso sello como “el hombre de pecado” (1 Ts 2:3-4).
[12]El mensaje de este remanente (Ap
14:7-9) tiene una relación directa con su sellamiento (Ap 15:2-3). Si el
remanente reclama adoración verdadera (sábado) y luego logra ser vencedor sobre
la marca de la bestia; esto indica que ambas cosas están antitéticamente
conectadas.
[13]“Se denomina sellamiento a un proceso
espiritual, invisible para los ojos humanos, que se halla en marcha y que finalizará bien pronto, al fin
del tiempo de gracia” (énfasis añadido). Fernando Chaij, Preparación para la crisis final
(California:
Pacific Press, 1966), 45.
[14]Es imposible interpretar las doce
tribus de Israel como literales siendo que once de ellas se perdieron después
de la caída de Samaria el año 722 a.C. En los propios días de Ezequiel la
restauración de las doce tribus de Israel solo podían tener un cumplimiento no
estrictamente literal (Ez 48:2; 7:23-29).
[15]alloj denota otra cosa
del mismo tipo. Esto contrasta grandemente con ἕτερος que conlleva la idea de algo
totalmente diferente. T. Friberg, Friberg
y Miller, “alloj”, ALGNT, 44.
[19]Antolín Diestre Gil, El sentido de la historia y la
palabra profética (Barcelona: CLIE, 1995), 2: 535.
[20]Ekkerhardt Müeller, “Insight into
the Christology of the Book of Revelation”, en Cristología, Heber Pinheiro, et. al
(Cochabamba, Bolivia: Universidad Adventista de Bolivia, 2009), 106.
13 may 2013
El conflicto entre el sábado y el domingo en Apocalipsis
13- Parte I
Miguel Ángel
Salomón
Introducción
El tiempo en el
cual vivimos reclama de manera urgente el conocimiento de los eventos
escatológicos, de manera especial, aquellos contenidos en los libros proféticos
de Daniel y Apocalipsis. Como adventistas del séptimo día, nos interesa en
sobremanera entender las profecías concernientes al conflicto de Cristo contra
Satanás, y donde la imposición obligatoria del domingo como día de reposo para
todos los habitantes de la tierra, será la crisis que desatará la persecución y
la muerte para los observadores del verdadero día de reposo, el sábado bíblico.
Además, interesa conocer cuán cercano está ese tiempo para estar mejor
preparados.
El
surgimiento de las dos bestias de Apocalipsis 13
La profecía más
clara sobre la imposición del día domingo, día de reposo a la humanidad, se
encuentra en el capítulo 13 de Apocalipsis, en el cual se presenta la visión de
dos bestias. Este capítulo está dividido en dos grandes secciones. La primera
se refiere específicamente a las características físicas, el surgimiento, el
tiempo de actuación y la obra de la primera bestia (13:1-10). La segunda
corresponde a la aparición de la segunda bestia (13:11-18), con sus
características propias y sus acciones contra los leales y fieles hijos de
Dios.
El capítulo 13 de
Apocalipsis contiene elementos históricos y escatológicos, y corresponde a la sección
intermedia del libro (Caps. 12-14). Al estudiar el Apocalipsis se comprueba que
los capítulos 1 al 11 corresponden a la sección histórica, mientras que a
partir del capítulo 12se inicia la sección escatológica; sin embargo, al
analizar el contenido desde la perspectiva del siglo XXI, vemos que allí hay
elementos históricos y escatológicos.
El contexto del
Apocalipsis 13, es el capítulo 12, donde de manera clara se presenta la lucha
milenaria entre Cristo y Satanás con características cósmicas,[1]
y se considera el capítulo 13 una amplificación del capítulo precedente.[2]
Es el conflicto del Dragón (Satanás, ver Ap 12:9) contra la mujer, y luego del
mismo Dragón contra el resto de la descendencia de la mujer, el remanente de Apocalipsis
12:17. Luego, el capítulo 14 es la siguiente parte del contexto. Los eventos
mencionados se inician con el canto de victoria de los 144 000 (14:1-5), la
misión del remanente (el mensaje de los tres ángeles, 14:6-12), y la siega
final de la tierra por el Hijo del Hombre (14:13-20).[3]
Al analizar la
primera sección del capítulo 13:1-10, encontramos estos detalles resaltantes
concernientes a la primera bestia: a) surge del mar; es decir, lugar simbólico
donde hay muchedumbre de gente (Ap 17:15); b) tiene características físicas similares
a las bestias observadas por el profeta Daniel en el capítulo 7:2-8; c) recibe
el poder y la autoridad del dragón; es decir, es un instrumento terrestre del
enemigo de Cristo; d) una de sus cabezas recibe una herida de muerte que es
curada. Se refiere indudablemente a la interrupción del poder temporal del
papado, infringido por el general Alexandre Berthier, a órdenes de Napoleón en 1798;
e) esa herida mortal fue sanada y la tierra quedó maravillada por ese hecho
asombroso y la adoraron; f) actuó durante 42 meses, persiguiendo y venciendo a
los santos, y profiriendo blasfemias contra Dios.
Este período
corresponde a la supremacía papal o poder temporal del papado que se inicia el
538 d. C. y llega hasta 1798 d. C., o sea el período correspondiente a los 1260
años, señalado por el profeta Daniel (Ver Dn 7:25).
El esquema que se
presenta a continuación, muestra la estrecha conexión y correspondencia entre
Apocalipsis 13 y Daniel 7 y la identificación de la primera bestia:[4]
Cuerno Pequeño
|
Bestia que sube del mar
|
1. Tenía “una
boca que hablaba con insolencia” (Dn 7:8).
|
1. “También se le dio boca que hablaba
arrogancias y blasfemias” (Ap 13:5).
|
2. “Y hablará
palabras contra el Altísimo” (Dn 7:25).
|
2. “Y abrió su boca para blasfemar contra
Dios” (Ap 13:6).
|
3. “Miraba a
causa del sonido de las grandes insolencias que hablaba el cuerno…” (Dn 7:11)
|
3. “Y sobre sus cabezas nombres de
blasfemias” (Ap 13:1-2)
|
4. “Y veía yo
que este cuerno hacía guerra contra los santos y los vencía” (Dn 7:21).
|
4. “Se le permitió hacer guerra los
santos, y vencerlos” (Ap 13:7).
|
5. “Y serán
entregados en sus manos hasta tiempo, tiempos y medio tiempo” (Dn 7:25).
|
5. “… y se le dio autoridad para actuar
por cuarenta y dos meses” (Ap 13:5).
|
6. “Este mismo
cuerno… parecía más grande que sus compañeros” (Dn 7:20).
|
6. “También se le dio autoridad sobre toda
tribu, pueblo, lengua y nación” (Ap 13:7).
|
7. “Pero se sentará
el Juez, y le quitarán su dominio, para que sea destruido y arruinado hasta
el fin” (Dn 7:26).
|
7. “Si alguno lleva en cautividad, a cautividad
irá. Si alguno mata a espada, a espada será muerto” (Ap 13:10).
|
Es evidente que la
primera bestia de Apocalipsis 13 tiene su exacta correspondencia con el cuerno
pequeño de Daniel 7; es decir, comparte no sólo las características físicas de
los anteriores reinos, sino sus acciones y el tiempo de actuación calzan
perfectamente. El blanco de su ataque son los hijos de Dios, y su final, será
la destrucción para siempre. Ahora nos toca identificar a la segunda bestia.
La segunda
bestia y la imposición del domingo como día de reposo
La segunda bestia
de Apocalipsis 13:11-18, así como la primera, tiene características físicas
especiales, surge en un tiempo determinado y realiza acciones sobrenaturales,
como puede verse a continuación: a) esta bestia surge de la tierra y no del
mar, en contraste con la primera; b) tiene dos cuernos semejantes a los de un
cordero y tiene un lenguaje como de dragón (13:11); c) actúa con la autoridad
de la primera bestia, y hace que los habitantes de la tierra la adoren (13:12);
d) realiza “grandes señales”, hace “descender fuego del cielo”, con las cuales
engaña a los seres humanos (13:14); e) con las mismas señales, permite que se
le “haga una imagen de la bestia”, de tal manera que se llegue a asesinar a quien
no estuviese dispuesto a adorarla (13:14,15); f) hace que a todos los
habitantes de la tierra se le coloque una “marca” en la mano derecha o en la
frente, y que quien no tuviese esa marca, o el nombre de la bestia o el número
de su nombre, no pueda comprar ni vender (13:16, 17).
La identificación
de esta segunda bestia con los Estados Unidos de Norteamérica, corresponde en
forma unánime a los teólogos adventistas.[5]
Esta identificación es posible gracias al análisis del mismo texto y su respectivo
contexto,[6]
donde, en primer lugar, se señala la región geográfica del surgimiento: “la
tierra”; es decir, un lugar despoblado (ver el contraste con la primera
bestia). En segundo lugar, en relación con el tiempo del surgimiento, esta
segunda bestia tendría que surgir después que “la herida de muerte fue sanada”,
o sea, en un tiempo posterior a 1798. De igual manera, su relación con las
características de la primera bestia; el texto indica que esta bestia también
“habla como dragón”; y finalmente, lo que más interesa en este artículo, es la
identificación de la “marca de la bestia”. Esta marca es utilizada en total
contraste con “el sello de Dios”, para identificar quiénes son leales a Dios y
quiénes son leales al poder enemigo. Quienes tienen el sello de Dios son leales
al Creador y sus mandamientos, y manifiestan obediencia voluntaria, mientras
que los que reciben la marca de la bestia son privados de sus derechos civiles,
sometidos a una especie de chantaje. Los primeros están dispuestos a ir a la
muerte, con tal de mantener la lealtad al Creador.[7]
Como indica el teólogo Hans K. LaRondelle, “En un nivel más profundo, ambas
señales representan el carácter que corresponden con la mente de Cristo o la del anticristo”.[8]
Las acciones
específicas de la segunda bestia, a partir del versículo 12 en adelante,
pertenecen a los eventos escatológicos cuyo cumplimiento es inminente. Para
identificarlos, lo más apropiado es ver cómo Elena de White los ha hecho
conocer.
¿Cómo los Estados
Unidos de América harán una imagen de la bestia? La respuesta es la siguiente:
Cuando las iglesias principales de los
Estados Unidos, uniéndose en puntos comunes de doctrina, influyan sobre el
estado para que imponga los decretos y las instituciones de ellas, entonces la
América protestante habrá formado una imagen de la jerarquía romana, y la
aplicación de penas civiles contra los disidentes vendrá de por sí sola.[9]
En cuanto a la
marca impuesta por la imagen de la bestia, leemos: “El rasgo más característico
de la bestia, y por lo tanto de la imagen, es la violación a los mandamientos
de Dios”.[10]
Elena G. de White
añade: “de aquí que la imposición de la observancia del domingo en los Estados
Unidos equivaldría a imponer la adoración de la bestia y de su imagen”.[11]
¿Qué es la marca
de la bestia?
La señal o sello de Dios se revela en
la observancia del séptimo día, monumento recordativo de la creación por el
Señor… La marca de la bestia es lo opuesto a esto: la observancia del primer
día de la semana. Esta marca distingue a los que reconocen la supremacía de la
autoridad papal de aquellos que reconocen la autoridad de Dios.[12]
¿Cuándo se recibirá
la marca de la bestia?
Y sólo cuando la cuestión haya sido
expuesta así a las claras ante los hombres, y ellos hayan sido llamados a escoger
entre los mandamientos de Dios y los mandamientos de los hombres, será cuando
los que perseveren en la transgresión recibirán “la marca de la bestia.[13]
¿Qué pasará con
quienes rehúsen aceptar la marca de la bestia?
Todos los que se nieguen a someterse serán
castigados por la autoridad civil, y finalmente se decretará que son dignos de
muerte. Por otra parte, la ley de Dios que impone el día de reposo del Creador
exige obediencia y amenaza con la ira de Dios a los que violen sus preceptos.[14]
Como
alternativa, ¿Qué debería hacerse el día domingo?
Elena de White responde:
Consagrar el domingo al trabajo misionero es arrancar el
látigo de las manos de los fanáticos arbitrarios, cuyo placer sería humillar a
los adventistas del séptimo día… Cuando el mundo, impulsado por una fuerza
infernal, quiera hacer obligatoria la observancia del domingo, los adventistas
del séptimo día, deberían dar prueba de sabiduría, abstenerse de hacer trabajos
comunes en domingo y dedicar ese día al trabajo misionero.[15]
¿Qué harán los
fieles hijos de Dios frente al decreto y la imposición del domingo? En primer
lugar, el consejo es abandonar las grandes y luego las pequeñas ciudades.
Así como el sitio de Jerusalén por los
ejércitos romanos fue la señal para que huyesen los cristianos de Judea, así la
asunción de poder por parte de nuestra nación (los Estados Unidos), con el decreto
que imponga el día de descanso papal, será para nosotros una amonestación.
Entonces será tiempo de abandonar las grandes ciudades y prepararnos para las
menores en busca de hogares retraídos en lugares apartados entre las montañas.[16]
Finalmente, cuando
todos los poderes del mundo, bajo el dominio del enemigo, determinen eliminar a
quienes permanecen leales y obedientes a Dios, contra ellos se decretará la
muerte, y una noche será escogida para darle cumplimiento, esto se hará cuando
el tiempo de gracia haya finalizado.[17]
Sin embargo, pese
a todos los esfuerzos del enemigo, Dios estará con su pueblo y proveerá para
sus necesidades. “Vi a los santos abandonar las ciudades y los pueblos juntarse
en grupos para vivir en los lugares más apartados. Los ángeles les proveían de
comida y agua, mientras los impíos sufrían hambre y sed”.[18]
Conclusión
En la lucha
milenaria entre el bien y el mal, el enemigo ha utilizado y utilizará poderes
políticos para destruir a los fieles hijos de Dios. Este conflicto muy pronto
tendrá su desenlace con características mundiales, cuando la imposición del día
domingo se haga obligatorio, bajo la unión del poder religioso con el civil,
iniciado primeramente en los Estados Unidos de América.
La imposición del
día domingo como día de reposo, en voz del sábado, día de reposo bíblico, según
el cuarto mandamiento (Ex 20:8-11), será el elemento desencadenante en este
conflicto. En efecto, los seres humanos aceptarán la “marca de la bestia”
(obligación para reposar el día domingo), o respetar el sábado como el sello de
Dios, señal de lealtad y obediencia al Creador. Sin duda, esta elección tendrá consecuencias
eternas. Gracias a la Biblia y los escritos de la Sra. Elena de White, Dios nos
ha dado las indicaciones precisas para enfrentar aquellos momentos de crisis.
Mientras tanto,
mantengamos nuestra seguridad y confianza en el seguro triunfo del remanente
del tiempo del fin: “Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a
los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia e imagen, y su marca y el
número de su nombre en pie sobre el mar de vidrio con las arpas de Dios. Y
cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero” (Ap 15:2,
3).
Publicado en la Revista de Teología Estrategias 6, no. 2 (2009): 21-28.
[1]Mario Veloso, Apocalipsis y el fin del mundo (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,
1999), 155, 156.
[2]Hans K. LaRondelle, Las profecías del fin, trad. David Gullón (Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 1999), 298.
[4]L. R. Conradi, Los videntes y lo porvenir (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, s.f.), 559.
[5]Entre ellos Pablo Millanao,
“Apocalipsis 17: 9-11: Una visión de las siete cabezas bestiales y la mujer
ramera”, Advenimiento
3.1 (2006): 72-90.
[9]Elena G. de White, El gran conflicto (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 1987), 498.
[12]Elena G. de White, Joyas de los testimonios (Mountain View, CA: Publicaciones
Interamericanas, 1961), 3:232.
[17]Ver, Elena G. de White, El gran conflicto, 662, 693; Ibíd., Joyas de los testimonios, 1:131; Ibíd., Profetas y reyes (Mountain View, CA: Publicaciones
Interamericanas, 1961), 376.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)